Actualizado 08/12/2014 20:31

Argentina dice acreedores deberían demandar a juez EEUU en vez de buscar que se acelere pago


BUENOS AIRES, 30 oct, 30 Oct. (Reuters/EP) -

- Argentina dijo el jueves que sus tenedores de bonos que sufren un bloqueo judicial para cobrar los pagos de la deuda deberían demandar al juez estadounidense que ordenó la medida en julio, en lugar de buscar que se aceleren los desembolsos, como algunos acreedores intentarían según diversas fuentes.

El juez de distrito Thomas Griesa de Nueva York ha bloqueado los pagos que el país debe hacer a los acreedores que aceptaron la reestructuración propuesta por el país tras la inmensa cesación de pagos del 2002, ya que considera que primero debe cancelar su deuda impaga con aquellos que rechazaron los canjes.

Ahora algunos inversores pretenden formar un grupo para reclamar el pago acelerado de deuda en cesación de pagos de Argentina, dijeron a Reuters tenedores de deuda que prefirieron no ser identificados.

Una aceleración de pagos podría llevar a Argentina a enfrentar reclamos por 30.000 millones de dólares, una suma superior a las reservas internacionales de su Banco Central.

Los analistas consideran que muchos inversores no estarán de acuerdo con la iniciativa porque podría derivar en un costoso litigio con un resultado incierto, y que quienes impulsan la aceleración quizá sólo están evaluando opciones o intentando presionar a Argentina para que solucione el problema.

"Los bonistas, en vez de propiciar aceleración, lo que deberían es propiciar acciones judiciales contra el juez Griesa, que retiene fondos de una manera indebida", dijo en una rueda de prensa el jefe de Gabinete de Argentina, Jorge Capitanich.

"Aquí quien incurre en violación a la ley es, precisamente, el juez, no la República Argentina, que cumple efectivamente el pago de su deuda soberana", añadió.

Argentina depositó a fines del mes pasado el pago de intereses de sus bonos Par en una entidad local -Nación Fideicomisos- en un intento por evitar la orden de Griesa, que había declarado al país en desacato tras ordenar al Bank of New York Mellon (BNY Mellon) que no concrete los desembolsos.

El período de gracia de 30 días vence este jueves, por lo que la nueva cesación de pagos se extenderá a los bonos Par además de los Discount.

El juez estadounidense pretende que Argentina pague 1.330 millones de dólares más intereses a los fondos conocidos como "holdouts" -llamados "buitres" en el país sudamericano- por no haber aceptado ningún canje de deuda en el pasado.

Pero el Gobierno de Cristina Fernández argumenta que si paga estaría violando los contratos de los bonos reestructurados y que la nación podría sufrir una ola de juicios en su contra.

¿ACELERACIÓN NEGATIVA?

Para que se produzca una aceleración de pagos, los titulares de al menos el 25 por ciento del total nominal de cualquier serie de bonos debe demandar el pago inmediato de lo adeudado.

Los tenedores de bonos Par son quienes estarían más cerca de pedir la aceleración porque estos títulos cotizan a un mayor descuento en su valor nominal que otras series.

Sin embargo, algunos inversores aún mantienen la esperanza de que se produzca una solución en la disputa entre el Gobierno argentino y los 'holdouts' para desbloquear el pago de deuda. Y temen que una aceleración termine siendo contraproducente.

"Estamos manteniendo nuestro abanico de opciones abierto y no nos estamos alineando con nadie en búsqueda de un efecto de aceleración", dijo un inversor que tiene bonos argentinos y que no quiso que su identidad fuera revelada.

"Nuestro interés es no ser un obstáculo a un acuerdo que termine con todo esto después del 1 de enero", agregó.

Argentina dice que no puede alcanzar un acuerdo con los tenedores de deuda no reestructurada hasta que expire a finales de año la llamada cláusula RUFO, que impide a Argentina ofrecer mejores términos a acreedores que no participaron en sus canjes de deuda en el 2005 y 2010.

"El verdadero riesgo es cuando expire RUFO el año próximo", dijo Siobhan Morden, de Jefferies.

"Hay preocupación entre los tenedores de bonos respecto a cuándo recibirán el pago. Y si no hay ninguna señal de que Fernández alcanzará un acuerdo con los 'holdouts' a inicios del año próximo, existe claramente un riesgo de aceleración", acotó.

Según Morden, aquellos acreedores que no quisieron iniciar un litigio prolongado podrían simplemente vender sus bonos si no se registra algún progreso tangible, presionando los precios que hasta ahora han sido bastante sólidos aún pese a la crisis.