Actualizado 12/04/2014 14:19

Procesan al ex secretario de Transporte Ricardo Jaime

BUENOS AIRES, 12 Abr. (Notimérica/EP) -

   El ex secretario de Transporte Ricardo Jaime se convirtió este viernes en el primer político kirchnerista en ser procesado por enriquecimiento ilícito, ya que la Justicia ha determinado después de una investigación que ha durado seis años que sus bienes valorados en 12,5 millones de pesos (1,5 millones de dólares) no pueden justificarse.

   Jaime, que estuvo en el cargo desde 2003 a 2009, tiene varias causas pendientes por sobornos, presunto enriquecimiento ilícito y presuntas irregularidades en su gestión al haber usado su poder para resolver cuestiones personales. También está procesado por su responsabilidad en la tragedia ferroviaria de la línea Once donde, 51 personas perdieron la vida en febrero de 2012.

   El exsecretario ya tiene una condena a seis meses de prisión en suspenso que le impuso la Justicia de Córdoba por intentar sustraer unas tarjetas personales durante un allanamiento que se realizaba en su casa de esa provincia en el marco de la causa por enriquecimiento ilícito.

   La Justicia argentina ha determinado que el ex secretario no pudo justificar sus bienes por 12,5 millones de pesos, entre los que se cuentan un lujoso jet privado, una veintena de autos, un hotel, departamentos en Brasil y en Buenos Aires, casas de campo y hasta medios de comunicación en Córdoba.

   Jaime se valió de su ex mujer, de los hijos de ella, de su hermano, de sus ex consuegros, de su jefe de asesores, de empresarios ligados al transporte y de indigentes como testaferros, por lo que todos han sido procesados y embargados hasta la suma de 40 millones de pesos (4,9 millones de dólares), según el diario argentino 'La Nación'.

   El exsecretario todavía espera tres juicios orales por aceptar sobornos, ya que habría aceptado que empresarios a los que debía controlar le pagaran viajes en aviones privados para él y su familia,  que se hicieran cargo del alquiler de los departamentos en los que vivió en Buenos Aires y que para sus viajes particulares le dieran autos de alta gama destinados al uso del Estado.