BUENOS AIRES, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
Allegados de un joven asesinado de un tiro por un hombre en Buenos Aires, decidieron tomarse la justicia por su mano y arrojaron por la ventana a la hijastra del presunto asesino y al bebé de la chica, tras lo cual prendieron fuego la vivienda.
Según versiones de testigos, el crimen se cometió el barrio bonaerense de Villa Soldati, el pasado domingo, cuando el joven cometía un robo, si bien sus familiares afirman que se trató de una pelea entre el chico e integrantes de una familia que "maneja" el complejo y se dedica a la "venta de drogas" y "usurpación de viviendas", informa Télam.
Los agentes identificaron al fallecido como Damián Nicolás Gerrero, de 19 años, un joven que vivía en ese complejo y, según testigos, había sido baleado por otro vecino en la sien.
Una mujer había denunciado minutos antes al 911 que había sido víctima de un asalto en su departamento cometido por dos personas, una de ellas, armada.
Según el informe policial, cuando se estaba cometiendo el robo, el hermano de la mujer, Ambrosio Ibarra, salió en su defensa y con un arma que llevaba disparó contra uno de los delincuentes, que resultó ser el joven Damián Nicolás Gerrero.
Mientras los investigadores procuraban obtener más datos, otro llamado al 911 alertó sobre un incendio que se estaba produciendo en un departamento del mismo complejo, y de la existencia de una mujer y un niño heridos.
Al parecer, la mujer, identificada como Melina López, de 22 años, acababa de ser arrojada por una ventana del departamento con su hijo de 2 años en brazos, por un grupo que irrumpió en la vivienda, la atacó y, luego, incendió la propiedad.
Tras trasladar a la joven y a su bebé al hospital Penna, donde ambos ingresaron con politraumatismos, los pesquisas establecieron que la mujer herida es hijastra de Ibarra, el hombre que disparó contra Guerrero y que los atacantes eran allegados a éste y actuaron en venganza por el crimen, dijeron los informantes.
Cuando la policía realizaba un operativo en la casa de los hermanos Ibarra en busca de elementos probatorios, cerca de 30 personas rodearon a los agentes a los que acusaron de estar defendiendo al asesino del joven. Varios vecinos estaban armados, por lo que se produjo un tiroteo en el que resultó herido por una esquirla el segundo jefe de la seccional 36, subcomisario Daniel Orgeira.