Actualizado 06/07/2015 13:10

REENVÍO-Altos precios de alquiler de campos en Argentina complican ecuación para campaña 2014/15

(Se reenvía para precisar fecha en primer párrafo)

Por Maximiliano Rizzi

BUENOS AIRES, 22 ago, 22 Ago. (Reuters/EP) -

- Los altos costos de alquiler de los campos en Argentina amenazan con minar el negocio agrícola en la próxima campaña, lo que pone entre la espada y la pared a los chacareros que producen en predios ajenos en un país en el que el 70 por ciento de las tierras productivas son arrendadas.

La situación ha obligado a algunos dueños de campos de Argentina, un exportador mundial clave de granos, a reducir los precios iniciales de alquiler para la temporada 2014/15, aunque en zonas marginales la ecuación sigue siendo demasiado riesgosa.

Luego de una cosecha récord de soja y maíz en el ciclo 2013/14, muchos agricultores de Argentina dicen que, para que cierren las cuentas, podrían verse forzados a recortar su área de siembra o reducir su inversión, lo que impactaría en la productividad de la nueva campaña, que está a punto de comenzar.

"Hay que empezar a hacerles tomar conciencia a los dueños de los campos de que hay que bajar los arrendamientos o vamos a tener que empezar a devolver la tierra, porque los números no cierran más", dijo Daniel Christiansen, que alquila 2.200 hectáreas para producir soja, trigo y maíz en la provincia agrícola de Santa Fe.

En medio de una inflación galopante -estimada en cerca de un 30 por ciento anual- y tras una devaluación a principios de año que hizo despegar los costos de insumos importados, los agricultores que cultivan en campos ajenos deben pagar casi la mitad de su cosecha por usar esas tierras.

La Compañía Argentina de Tierras calcula que el alquiler de un campo de soja para el ciclo 2014/15 en la zona agrícola central del país cuesta entre 470 y 530 dólares por hectárea, dependiendo de la calidad del terreno, desde un nivel de entre 420 y 520 dólares en la temporada pasada.

Es decir que un agricultor que siembre soja en campos ajenos este año deberá pagar en concepto de alquiler entre 1,6 y 1,8 toneladas del grano por cada hectárea producida, más de la mitad del rendimiento promedio de la soja 2013/14 en la mayor región agrícola del país, que fue de entre 3 y 3,3 toneladas por hectárea, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

"Hay lugares donde hoy se está dejando sin sembrar. O, si se siembran, se hacen con muy poca tecnología, con menos inversión", dijo a Reuters Omar Barchetta, diputado del Partido Socialista y director de la Federación Agraria Argentina.

En las zonas agrícolas de menores rendimientos, los costos son obviamente más bajos en términos absolutos, pero la inversión sigue siendo muy incierta para los chacareros.

"Yo estoy viendo campos que eran agrícolas y que pasaron a ser para ganadería porque ya nadie los quiere sembrar, porque ya no son competitivos", señaló Bernard Courreges, un chacarero que alquila 1.500 hectáreas productivas en General Villegas, en la provincia de Buenos Aires.

Según un informe elaborado por la Comisión de Enlace -que agrupa a las cuatro principales entidades que representan a los agricultores- y otras asociaciones del sector, los altos costos e impuestos a la exportación de maíz, sumados a la caída de su precio internacional, harán que en muchas zonas no sea rentable sembrar el segundo cultivo más importante del país.

En esa línea, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires dijo el miércoles que el área destinada en Argentina al maíz 2014/15 caería un 10 por ciento, a apenas 3,2 millones de hectáreas, debido a los bajos precios internacionales del cereal y a los altos costos de siembra.

Hace años que los productores se quejan de los elevados precios de alquiler, pero el negocio sigue su marcha y la campaña 2013/14 registró cosechas enormes, con 53 millones de toneladas de soja y expectativas de 33 millones de toneladas de maíz.

"La culpa la tenemos todos los que arrendamos, nadie se quiere retirar de la mesa. Es una cuestión de oferta y demanda. Es raro, pero es así", dijo Courreges.

BAJAS NECESARIAS

A medida que se acercan las instancias de definición -en Argentina los planes de siembra suelen fijarse a último momento- muchos terratenientes están viéndose forzados a flexibilizar sus tarifas para no perder el negocio.

"En las zonas más complicadas, de mayor riesgo, los contratistas prácticamente no han querido arrendar y automáticamente han tenido que bajar los costos de los alquileres", explicó Barchetta.

De cara a la próxima campaña, que comenzará en unas pocas semanas, Christiansen y un grupo de doce productores de la localidad de Castellanos, en el corazón agrícola de Santa Fe, plantearon a los dueños que no podrían sembrar con alquileres tan altos y consiguieron una reducción del 20 al 30 por ciento.

"Es mayor el costo de arrendamiento que el costo de implantación y cuidado del cultivo. Ya no arriesgo a ganar, solamente arriesgo a perder. Los dueños lo entendieron", afirmó el agricultor.

Un estudio de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (AACREA) estimó que el precio de alquiler de campos en el país austral ha bajado en promedio el 1,3 por ciento respecto de la campaña previa.

Pero la reducción deberá ser mucho mayor si es que se busca mantener el amplio nivel de siembra de la temporada 2013/14, con 20 millones de hectáreas de soja y 6,1 millones de hectáreas de maíz según datos oficiales.

Argentina es el mayor exportador de harina y aceite de soja del mundo, el tercero de la oleaginosa sin procesar y el cuarto de maíz.