RÍO DE JANEIRO, 16 Abr. (Reuters/EP) -
La automotriz japonesa Nissan inauguró este martes su primera fábrica propia en Brasil, en la que ha invertido 2.600 millones de reales (unos 1.165 millones de dólares) en unos momentos en los que el mercado del país sudamericano enfrenta una marcada ralentización en las ventas y las exportaciones.
Hasta la inauguración de la planta, centrada en modelos de autos compactos, Nissan operaba en Brasil a través de la importación de vehículos desde México, que tenían un volumen limitado tras la revisión del acuerdo de comercio automotriz entre ambos países.
Al momento del anuncio de construcción de la fábrica, las ventas de vehículos en Brasil crecían por encima del 10 por ciento anual, en comparación con una expectativa de expansión del 1 por ciento para el 2014 por parte del sector.
"Este complejo industrial comprueba el compromiso de Nissan con Brasil", dijo el presidente de la alianza Renault-Nissan, Carlos Ghosn.
La capacidad de la fábrica, instalada en la ciudad de Rezende, en Río de Janeiro, es de 200.000 vehículos y motores por año.
Nissan tiene la meta de alcanzar un 5 por ciento de participación en el mercado brasileño. En el 2013, la empresa registró una cuota del 2,18 por ciento en el segmento de autos y vehículos comerciales ligeros, ocupando la novena posición entre los mayores fabricantes del país.
En el primer trimestre, las ventas de vehículos nuevos en Brasil cayeron un 2,1 por ciento, la producción se desplomó un 8,4 por ciento y las exportaciones en valor bajaron un 15 por ciento. Las existencias, en tanto, aumentaron un 11 por ciento.