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BRASILIA, 16 Abr. (Notimérica/EP) -
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha insistido este miércoles en que su Gobierno es capaz de garantizar la seguridad del Mundial de Fútbol que se celebrará el próximo mes de junio en el país sudamericano, "en la hipótesis" de que se desate la violencia.
"No cabe ni la menor hipótesis de que el Gobierno Federal pueda actuar con cualquier tipo de violencia. No dejaremos en ninguna hipótesis que la Copa del Mundo sea contaminada. Es un momento muy importante para el país", ha dicho desde el Palacio de Planalto.
Si bien, la líder del Partido de los Trabajadores (PT) ha admitido que el Mundial "supondrá un perfeccionamiento de la seguridad" en Brasil. "Haremos reuniones sistemáticas y acompañaremos todos los eventos, sin excepción", ha apuntado.
Rousseff ha detallado que "habrá seguridad pesada", indicando que las Fuerzas Armadas estarán desplegadas "con carácter disuasorio", aunque "también actuarán en la retaguardia y en la contención". La Policía Federal, llevará todo el peso de los operativos.
Además, ha hecho un llamamiento a los brasileños para que colaboren durante la Copa del Mundo. "Cada uno de nosotros será un recepcionista" de todos los turistas y líderes internacionales que llegarán al país esos días, ha señalado.
Por otro lado, ha vuelto a defender la inversión pública destinada al Mundial, sosteniendo que sus beneficios quedarán en el gigante suramericano, una vez concluido este evento deportivo, según ha informado la Agencia Brasil.
En el último año se han multiplicado las manifestaciones en contra de la Copa del Mundo y de los Juegos Olímpicos que Río de Janeiro organizará en 2016. Las protestas arrancaron en junio de 2013 en Sao Paulo y rápidamente se propagaron al resto del país.