Actualizado 26/08/2014 18:31

El Gobierno propone cambiar la Constitución para acabar con la violencia en las calles

Violencia en Brasil, asesinato
Foto: REUTERS

RÍO DE JANEIRO, 26 Ago. (Notimérica/EP) -

   La Secretaria Nacional de Seguridad Pública (SENASP) del Gobierno de Brasil, Regina Miki, ha propuesto cambiar la Constitución para redefinir las competencias de los estados y del Gobierno central en lo referente a las fuerzas de seguridad, porque en su opinión existe un "tira y afloja" continuo que no ayuda a acabar con los altos índices de criminalidad en las calles.

   La Constitución brasileña de 1988 entregó a los Estados la responsabilidad para gestionar la policía y la seguridad pública. El Gobierno federal sólo aporta el 15% del total de los recursos destinados a combatir la violencia, y Miki lamenta que en muchas ocasiones los Estados sólo acudan a la Senasp para pedir más recursos o ayuda en situaciones puntuales de crisis, pero no para trabajar en una mayor coordinación.

   "Tenemos que ayudar a los estados que lo necesitan, pero no podemos suplir lo que es su obligación primaria, que muchos no están cumpliendo. Habría que hacer al menos un cambio en la Constitución para garantizar esa integración", ha explicado Miki en una entrevista al diario 'O Globo'.

   En su opinión, la seguridad pública debería ser competencia de los tres niveles administrativos: Gobierno, estados y municipios, igual que pasa con la sanidad y la educación.  La máxima responsable de la seguridad pública del país también ha remarcado que la violencia no terminará únicamente colocando más policías en las calles, sino acompañando esas acciones con programas de integración social.

   En este sentido ha puesto como ejemplo el proyecto de las Unidades de Policía Pacificadora (UPPS) de Río de Janeiro, que sólo tienen éxito si van de la mano de acciones de mejora en la vida cotidiana de los habitantes de las favelas.

   Sin embargo, ha admitido que para ella y su equipo sigue siendo "un interrogante por qué si en los últimos años Brasil ha sacado a millones de personas de la pobreza y se ha mejorado el acceso a la educación básica y superior los índices de violencia no sólo disminuyen, sino que aumentan.

   "Hemos encargado estudios para entender eso. Existe un factor que hay que considerar y es la cultura de la violencia. Tenemos que reforzar el enlace entre las políticas de seguridad, la justicia y el sistema de prisiones para cambiar eso", ha dicho, insistiendo en que parte del problema se debe a la descoordinación entre los varios niveles públicos responsables.

   Según un estudio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de 2013 Brasil es el 12º país más violento del mundo, por delante de países como Venezuela, Honduras, Colombia y Sudáfrica. La tasa de homicidios en Brasil llegó a 25,8 por 100.000 habitantes en 2012, un crecimiento de casi el 7% en relación a 2008, según datos del Fórum Brasileño de Seguridad Pública.