Actualizado 23/09/2014 23:37

En libertad el policía que mató a un vendedor ambulante en São Paulo

Policía Militar en una favela de Río de Janeiro.
Foto: EUROPA PRESS/AGENCIA BRASIL

SÃO PAULO, 23 Sep. (Notimérica/EP) -

   El soldado de la Policía Militar (PM) Henrique Araújo ha quedado en libertad cuatro días después de que matara de un tiro a quemarropa a un vendedor ambulante del barrio de Lapa, en São Paulo, en un caso que ha indignado a la opinión pública brasileña.

   El Tribual de Justicia de São Paulo le ha concedido el 'Habeas Corpus' y ha revocado la prisión preventiva, al considerar que el policía tiene domicilio fijo en São Paulo, una ocupación lícita y que no tiene "malos antecedentes", según la jueza Eliana Cassales Tosi de Mello.

   Sin embargo, en marzo el mismo policía ya disparó y mató a un mendigo. El suceso tuvo lugar cuando la policía intentó abordar al 'sintecho', que sacó un cuchillo e intentó atacar a los policías. Araújo disparó y el sospechoso murió en el acto. En ese caso la muerte fue considerada legal porque "el soldado actuó en legítima defensa", según un comunicado de la PM.

   En esta ocasión, la muerte en el barrio paulista de Lapa ha tenido más repercusión. La muerte se produjo en medio de un tumulto en la calle, que empezó con una discusión entre varios policías que intentaban revisar la mercancía a la venta y un vendedor ambulante, que fue retenido.

   El enfrentamiento subió de tono y los policías usaron spray de pimienta para dispersar a los vendedores. Uno de ellos, Carlos Augusto Muniz, se aproximó para pedir que soltasen a su amigo y después intentó quitarle el spray al policía Araújo, que reaccionó disparándole un tiro en la cabeza.

   La muerte de Muniz tuvo gran eco mediático porque se produjo a plena luz del día y en un área muy concurrida de la ciudad. Varios transeúntes grabaron la escena con el móvil y pronto se sucedieron los comentarios en las redes sociales criticando la brutalidad policial. Al día siguiente, los vendedores ambulantes de Lapa no trabajaron en protesta por la muerte de su compañero.