SAO PAULO, 19 Ago. (Notimérica/EP) -
El número de muertes relacionadas con la depresión ha aumentado en Brasil un 705 por ciento en un plazo de 16 años, lo que incluye tanto casos de suicidio como otras muertes motivadas por problemas de salud encuadrados en episodios depresivos, siendo la tercera edad la franja con los datos más preocupantes.
Además, el número total de suicidios ha aumentado significativamente, pasando de 6.743 a 10.321 personas en el mismo periodo, lo que da una media de 28 muertes por día, según ha publicado la revista brasileña Exame.
En 1996, 58 personas murieron por una causa asociada a la depresión, mientras que en 2012, el último dato disponible, fueron 467 las personas fallecidas. Los mayores índices están concentrados en personas con más de 60 años.
En el caso de los suicidios, aunque los números absolutos no sean mayores entre los ancianos, la mayor tasa de crecimiento en el periodo analizado ocurrió entre personas con más de 80 años. Entre 1996 y 2012, el suicidio creció un 154 por ciento en la misma franja de edad.
LAS CAUSAS
El aumento de suicidios y muertes asociadas a la depresión está relacionado con dos factores principales: el aumento de los registros y el crecimiento de los casos de trastorno.
"Como el asunto se trata más hoy en día, hay una mayor búsqueda de atención médica y más diagnósticos. Pero también está probado, por estudios epidemiológicos, que la incidencia de la depresión ha aumentado en los últimos años, principalmente en los grandes centros", según ha explicado el profesor asociado de psiquiatría de la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp), Miguel Jorge.
Jorge ha añadido que, además del componente genético que puede predisponer para la enfermedad, hay otros factores externos de la vida actual, como el estrés o la gran competencia profesional, que pueden favorecer la aparición de la dolencia.
En el caso de los ancianos, la llegada de enfermedades crónicas incurables, el luto por la pérdida de personas próximas y la frustración por no poder realizar algunas actividades, los vuelven más vulnerables a la depresión y el suicidio.
"Un estilo de vida estresante, el consumo de drogas y alcohol y la insatisfacción en diversas áreas, son factores de riesgo para la enfermedad. Hacer elecciones personales y profesionales que ayuden a controlar esos factores es una forma de prevenir la depresión", ha concluido el especialista.
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