MADRID, 17 Abr. (EUROPA PRESS) - A diferencia de la Tierra, donde el color más asociado a la vida es el verde de la clorofila que produce la fotosíntesis, en el caso de mundos distantes el color idóneo a buscar sería el púrpura. Muchas bacterias que, en la Tierra, reciben poca o ninguna luz u oxígeno visible y utilizan la radiación infrarroja invisible para impulsar la fotosíntesis, contienen pigmentos púrpuras, y los mundos púrpuras en los que sean dominantes producirían una "huella luminosa" distintiva detectable por los telescopios terrestres y espaciales de próxima generación, informan científicos de la Universidad de Cornell en una nueva investigación.