* Será mayor desembolso fiscal desde ejecutado en 2009
* Mandataria dice presupuesto será de carácter contracíclico
* Fuerte impulso a inversión pública para apoyar empleo
(Actualiza con más datos)
SANTIAGO, 30 sep, 1 Oct. (Reuters/EP) -
- La mandataria chilena Michelle Bachelet anunció la noche del martes un fuerte crecimiento en el gasto público del 9,8 por ciento para el 2015, con el que espera dinamizar una debilitada economía y avanzar en sus reformas emblemáticas.
En una cadena voluntaria de radio y televisión, Bachelet dijo -en el marco del envío del proyecto de Presupuesto al Congreso- que el incremento de casi dos dígitos en comparación a este año obedece a una política fiscal expansiva y contracíclica, con un histórico incremento en inversión pública.
"Este presupuesto no sólo contiene los énfasis programáticos de nuestro Gobierno, sino que se da en un momento económico que requiere de una fuerte inversión pública en Chile", dijo Bachelet en su mensaje a la nación.
Se trata del mayor crecimiento del gasto fiscal desde el ejecutado en 2009, cuando los desembolsos anotaron un alza del 16,5 por ciento en medio de los efectos de la recesión.
"El presupuesto será eminentemente contracíclico, es decir, dará un fuerte impulso fiscal, incrementando el gasto público para ayudar a la economía y a la creación de empleos", agregó.
Con este presupuesto, el Gobierno busca apuntalar una economía que camina a su menor ritmo desde 2009 y que ya ha comenzado a erosionar el mercado laboral.
Para ello, Bachelet explicó que será clave el incremento en inversión pública del 27,5 por ciento respecto del presupuesto anterior.
"Esto representa un incremento histórico en inversión pública", dijo la mandataria al detallar algunos lineamientos de su primer presupuesto, ya que el actual fue heredado del anterior Gobierno del conservador Sebastián Piñera.
"Este aumento de inversión, debiera permitir crear 139.000 empleos, 30.000 más que los que se crearon en 2014", dijo la mandataria.
Parte del mayor incremento en el Presupuesto del próximo año estará dado por los recursos provenientes de la reforma tributaria, con la que el Gobierno busca financiar profundos cambios en educación y salud.
Bachelet promulgó recientemente el cambio impositivo, que recaudará en pleno régimen un equivalente a un 3,0 por del PIB.
CAMBIO DE IMPULSO
El mayor gasto previsto en el proyecto de Presupuesto coincide con la anunciada estrategia del Banco Central de que el ciclo de recortes de la tasa de interés clave -impulsado en el último año- está cerca de su fin, ya que se espera un moderado repunte durante el 2015.
Para evitar un eventual presión sobre la economía, Bachelet dijo que existe el compromiso "de que el impulso adicional de inversión pública (...) se retirará gradualmente a medida que la economía recupere su dinamismo".
La mandataria enfatizó que la ejecución presupuestaria del próximo año se realizará bajo el compromiso de responsabilidad fiscal, lo que implica alcanzar "una situación de balance estructural en 2018".
El balance estructural es una política implementada en el 2001 que apunta a mostrar la situación fiscal en una perspectiva de mediano plazo y que hasta fines de la década pasada se ubicó en terreno positivo, apoyado en la bonanza del precio del cobre, principal exportación de Chile.
En la práctica, el balance estructural significa ahorrar en tiempos de bonanza, cuando se reciben ingresos que se sabe son sólo transitorios, para poder gastarlos en coyunturas que hacen caer los ingresos o aumentan las necesidades de gasto.
Bachelet explicó que para alcanzar el balance estructural serán fundamentales los recursos adicionales por un total de 8.300 millones de dólares anuales que provendrán de la reciente reforma tributaria promulgada y que estará en pleno régimen hacia el 2018.