Actualizado 09/09/2014 20:06

Ocho lecciones aprendidas de la crisis de los misiles en Cuba

Crisis de los misiles en Cuba
Foto: DESMOND BOYLAN / REUTERS

TORONTO (Canadá), 9 Sep. (Notimérica/EP) -

   Las lecciones que se han aprendido de la crisis de los misiles en Cuba pueden usarse para evitar la escalada de conflictos en la región de Asia y el Pacífico, así como en América Latina, lugares de la geografía mundial con altas probabilidades de que estalle una crisis, según un estudio del Centro para la Innovación Internacional de los Gobiernos (CIGI, por sus siglas en inglés).

   En el informe 'Mecanismos para el Manejo de Crisis: Patologías y Obstáculos', uno de los investigadores del CIGI, David Welch, ha afirmado que estas regiones están más predispuestas a crisis por factores que suelen incluir un nacionalismo en alza, reclamaciones históricas sin resolver y un incremento del uso de la fuerza militar con el propósito de imponer la soberanía.

   Analizando las experiencias de Estados Unidos y la Unión Soviética en la crisis de los misiles de Cuba, Welch recalca que la empatía y asumir los errores son consideraciones "clave" en el manejo de crisis.

   "La falta de empatía puede resultar en error o ignorancia sobre lo que otros consideran un aceptable estado de la cuestión", ha afirmado Welch y ha añadido que "bajos niveles de empatía disminuyen la confianza y juegan un papel fundamental en generar y perpetuar las espirales del conflicto".

    Welch ha aclarado que quienes manejan la política son susceptibles a un gran número de normales, pero evitables preferencias psicológicas que incrementan la probabilidad de errores en la percepción, el juicio o las conclusiones.

    Según el autor, los hechos ocurridos en octubre de 1962 en Cuba nos han dejado ocho valiosas lecciones que deben ser atendidas para evitar futuros conflictos.

1. Intenta siempre cultivar y mantener la empatía.

2. Trata a tu adversario con respeto, nunca con desprecio.

3. Identifica los resultados que sean mutuamente satisfactorios.

4. No subestimes la utilidad de las señales del cuerpo militar, pueden causar o evitar conflictos y son fácilmente malinterpretables.

5. No sobrestimes el nivel de control que tienes sobre tu propio Ejército, y no asumas que tu adversario disfruta de un mayor nivel de control.

6. Elige la comunicación e intenta evitar actos irrevocables siempre que sea posible.

7. Asume que todo el mundo comete errores, tú incluido.

8. Si hay terceras partes implicadas en la crisis -incluso aunque sean más débiles- no sobrestimes o minusvalores sus necesidades y preocupaciones, ya que pueden catalizar el conflicto o complicar la resolución del mismo.

   Con todo esto en la mente, Welch sugiere articular mejor el ejercicio militar, establecer códigos de cooperación, mejorar la empatía y desarrollar un set de manejo de crisis.

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