Actualizado 20/11/2017 08:33

¿Conoces la relación entre la novela Moby-Dick y un asombroso naufragio ocurrido en el Océano Pacífico?

Moby-Dick
Moby-Dick - PIXABAY

   SANTIAGO DE CHILE, 20 Nov. (Notimérica)-

   Quizás una de las ballenas más famosas de la historia es Moby-Dick. Tal vez no hayas leído la obra del escritor Heman Melville pero el nombre es una referencia en la psiquis de las personas. La trama de la novela se centra en la persecución tenaz por un grupo de marineros a un gran cachalote que le había arrancado la pierna al capitán 'Ahab'.

   El origen de la historia publicada en 1851 no solo proviene de la imaginación de Melville y de los años que pasó navegando. La inspiración de esta obra es un hecho real: el naufragio del ballenero Essex a 3.700 kilómetros de la costa de Chile, en 1820, tras ser embestido por un cachalote.

   El Essex, un barco ballenero de 27 metros de eslora, salió de Massachusetts (Estados Unidos) en 1819 con un viaje planeado de dos años, para cazar ballenas en la zona del Pacífico sur. Capitaneados por George Pollard Jr, el 20 de noviembre de 1820, cuando la tripulación se encontraba arponeando a una manada de cachalotes, uno de ellos, mucho más grande de lo normal, embistió la embarcación en dos ocasiones y provocó su hundimiento.

   Los 21 tripulantes del ballenero salieron airosos del hundimiento del barco y se embarcaron en tres pequeños botes que usaban como salvavidas. Se encontraban a 3.700 kilómetros de la costa de Antofagasta, Chile, y para sobrevivir los marineros solo contaban con una pequeña reserva de alimentos y agua.

   Tras varios días de navegar a la deriva, alcanzaron isla Henderson, donde desembarcaron y pasaron una semana alimentándose de pescado, aves y vegetales de la isla. Tras agotar los recursos de esta, 18 de los tripulantes del Essex decidieron volver a hacerse al mar. Tres de ellos optaron por quedarse.

   La extrema situación a la que estuvieron expuestos se tradujo en comportamientos violentos y extraños, robos y enfrentamientos. Pronto empezaron a caer los marinos: diarreas y alucinaciones complicaron su destino. A los primeros muertos se les respetó echándolos al mar. Pero el hambre acuciaba de tal modo que en cierto momento no quedó otra que comerse a un difunto. La desesperación llegó al extremo de que, ante el hecho de que nadie más moría, los que quedaban decidieron que debían sacrificar a uno para que los demás pudiesen seguir.

    95 días después del hundimiento del Essex, los supervivientes fueron rescatados por un barco ballenero, quienes encontraron a los marineros en un estado de disociación extremo y con claros signos de desnutrición. De los 18 hombres que habían salido de la isla, solo sobrevivieron cinco.

   Los tres tripulantes del barco que habían decidido quedarse en la isla fueron rescatados días después, también al borde la muerte. 21 marineros salieron de Massachusetts y solo ocho regresaron con vida.