Actualizado 21/11/2016 10:22

Gabriela Pochinki: "Siento que siempre le canté a Dios"

    MADRID, 21 Nov. (Notimérica) -

   Gabriela Pochinki es la mejor cantante lírica del mundo. Y no lo dice ella, sino el tribunal del Festival de San Remo, Italia. Ha cantado con gran maestría ópera, tango, música litúrgica, música popular e incluso pop, de mano de uno de los grandes de este género, Joseph Jackson, padre de Michael Jackson.

    La cantante argentina ha interpretado su música por medio mundo, siendo recibida por numerosos embajadores. Llegó a cantar incluso para el papa Francisco. Su gran reconocimiento internacional la ha llevado a ser una de las embajadoreas culturales fundamentales de su país.

    Ha publicado varios discos, cada uno con un estilo y un compromiso musical diferente, pero iguales en calidad maestría. Es madre de un niño de 10 meses, de quien habla con increíble devoción y asegura que su don se lo ha dado Dios, por eso siempre le canta a él.

Por motivos profesionales estos días ha visitado Madrid, donde ha concedido una entrevista a 'Notimérica'.

   Pregunta: Comenzó a deslumbrar con su voz desde niña, pero ¿cuándo se dio realmente cuenta de que podría dedicar su vida al canto?

   Respuesta: Creo que la gente me lo fue diciendo. Cuando gané el premio a la mejor cantante lírica del mundo con voto del público en San Remo, Italia, cuando iba haciendo audiciones en Europa para las diferentes óperas y me cogían para los roles protagonistas... ahí me di cuenta de que era una afortunada o una bendecida. Hoy trabajar como artista es muy difícil, parece sencillo, pero lleva mucho detrás. Lleva la combinación del estudio, la perseverancia, pero también la suerte "del cielo" que digo yo.

   Siento que vine a este mundo para ser artista, cantante. Cuando estudié en Nueva York me enseñaron a sentir que "you are an artist", que ser artista es el sello. Me iba a dedicar a estudiar canto y lírica, pero ser artista es como ser médico en algo, una profesión.

   P: ¿La música ha sido siempre su vocación, o le hubiese gustado dedicarse a otra cosa?

   R: Siempre fue mi vocación y si hay algo que me gustaba era bailar, tocar el piano, la guitarra... sumarle a la voz todo lo que es el entorno, por eso hoy le dedico muchas horas al baile. Me llevó mucho tiempo lo que es la construcción de la voz, eso fue lo primero para mi, pero hoy también sumo lo que el baile, el teatro... pero sí, mi vocación es el canto.

P: Es graduada en fonoaudiología, tiene un máster en ópera... ¿cuál es el papel que juegan sus estudios musicales en su carrera como artista?

   R: El estudio es todo, es la clave del éxito. Cantar parece fácil, yo trato de hacer fácil lo que es complejo y el secreto es que no hay varios maestros de canto, uno encuentra, como en el amor, la pareja voz. Si tienes la suerte te casas con el destinado para ti y sino tendrás un marido y no se cuan feliz serás. Esto es igual, el maestro de canto es una bendición poder conocerlo.

   Antes de tener a mis grandes maestros de técnica, he pasado por otros, pero he tenido la suerte de estar en la búsqueda y en Nueva York, que era el mejor sitio para estudiar lo que yo quería, me he formado con los mejores y soy una síntesis de todo lo que ellos me han dado.

P: Ha interpretado muchos y variados estilos: ópera, tango, música popular, canto religioso... ¿en cuál se siente más cómoda?

   R: En un comienzo la liturgia fue lo fundamental. Lo digo y me emociono porque siento que siempre le canté a Dios, no podría tener esta voz sino hay algo más. Creo que fueron mis mejores momentos. Un día, en la Ópera de Lucerno observe a una colega, Carmen Oprisano, que se hacía la señal de la cruz antes de ingresar a cantar la opera, ese día yo dije "guau, que interesante es esto", porque la ópera es un templo. Yo era muy jovencita y ese día me propuse encender mis velas en el camarín, porque no hay otra manera de lograr la perfección si no es con la ayuda de Dios.

   Después me sentí muy feliz porque la lírica es lo más difícil. Puedes bajar y cantar en un festival y hacerte popular y hacer fácil lo difícil, eso es un paso, pero lo difícil para mi fueron mis sobreagudos, saber como se hace, tener técnica vocal. Detrás de eso hay miles de horas de estudio, miles de horas de canto que era un profesión carísima cuando yo la empecé, es un dineral y no se necesita una clase para formarse, se necesitan miles. Yo conté en ese momento con el apoyo del Gobierno argentino, que decía que una pequeña inversión en mí iba a significar una embajadora a nivel mundial. Hoy justamente me siento muy feliz de estar en Madrid porque de alguna manera sigo devolviendo esa promesa que se hizo por mí.

   P: ¿Quién diría que son sus referentes musicales?

   R: María Callas, fue la primera, me marcó, fue la persona que me enseño que hay que actuar, hay que sentir, hay que encarnar el rol, no es solamente cantar. Edita Gruberova, porque me dio su profesora de canto, cuando trabajé en la Ópera de Viena hice mucha técnica con ella. Y Renata Scotto, que armó un precioso 'Elixir de amor', yo soy Adina (personaje de la obra) y ella me lo enseñó. Esas, por nombrarte tres.

   P: Aunque habla con evidente pasión de su arte, ¿ha sufrido algún desengaño en el mundo de la música?

   R: Sí, constantemente surgen esas caídas. Siempre me han enseñado que hay que tirar 100 pelotas en el aro en cada audición y que tú tienes que tener un trabajo anual. Mis trabajos eran de ocho meses al año, por las ópera, y obviamente, en algunas audiciones he entrado y otras no. Lo que pasa es que uno aprende de los fracasos y vuelve a levantarse.

   Yo en una época no contaba nunca esto, los periodistas siempre hablaban del éxito y un día un periodista argentino, Jorge Guinzburg, me dijo que yo tenia que contarle a la gente todo el sacrifico, todos los desengaños, porque este camino esta lleno de piedras y hay que saber mirar siempre en positivo, levantarse y seguir.

P: Cuando no está trabajando, ¿qué tipo de música escucha?

   R: Me encanta Enya, para relajarme. Hago mucho yoga y necesito cosas que me relajen. Cuando estaba embarazada a Mozart, era maravilloso escuchar a Mozart y a mi bebé pateando. Hoy en día me gusta mucho la danza, entonces escucho latino, tango, folcklore... son cosas que me van nutriendo.

   Siempre estudié todo lo lírico y después con el padre de Michael Jackson incursioné un poco en lo pop. Ahora me doy cuenta de que la música es todo una, lo importante es llegar al alma de la gente. Entonces todo va sumando, cada cosa que uno sabe a nivel vocal, teatral o de baile, todo va haciendo de ti un gran artista.

   P: Ha recibido numerosos premios durante su carrera, como 'Mejor cantante de lírica del mundo'. en el festival de Lírica de Italia, o el premio de cantante lírica 'Queen Opera' de Estados Unidos. De todos ellos, ¿cuál es su preferido?

   R: Quizás el premio Pavarotti 'Bella qualità di voce', fue cuando el maestro me hizo darme cuenta que sin el estudio no iba llegar. Ese fue un premio que me marcó, porque me enseñó que era elegida. Así como Dios te da lindo color de pelo o lindo color de ojos, te da la cualidad de la voz, pero después está en uno todo lo que uno haga con la voz, y creo que el maestro fue el que me indicó que debía estudiar, sino me hubiera creído que podía llegar sin estudios, y no es posible.

P: ¿Podría determinar qué porcentaje de su carrera es talento y qué porcentaje es perseverancia o trabajo duro?

   R: Es un 50 y un 50. la plenitud está en las dos cosas, como se dice en Italia "cinquanta e cinquanta".

   P: ¿Cuál es para usted el disco más destacable de su carrera?

   R: 'Queen of the night' es de mis favoritos, allí canté el Ave María de Burnout y me vio un productor que determinó que el disco era muy lindo. Claudio Abbado también eligió 'Sin barreras' y un día le pregunté que había para corregir y me dijo "es perfecto". Pero bueno, los discos son como lo hijos, todos son increíbles, todos son importantes. 'Pájaro rebelde' es un disco que tiene la habanera de la ópera 'Carmen' de Georges Bizet, canto las arias de ópera en español, y que lindo es escuchar un aria en nuestro propio idioma.

   P: ¿Cuáles serán los siguientes pasos en su carrera como artista?

   R: En este momento es un deseo muy grande hacer mi película, la historia de mi vida. También aprendí del padre de Michael Jackson que había que escribir la película de uno y me encantaría que mi voz esté en pantallas de cine. Así como la televisión me llevó a ingresar en las casas, creo que la pantalla del cine me va a dar la posibilidad de llegar al mundo entero, ese es un gran deseo para mí.