Actualizado 11/04/2017 07:20

Gato Pérez, el argentino que redescubrió la rumba catalana

El artista Gato Pérez
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   BUENOS AIRES, 11 Abr. (Notimérica) -

   Javier Patricio Pérez, también conocido como Gato Pérez, nació en Argentina. Su padre era catalán y llegó a Barcelona con solo 15 años. Apareció en el mundo de la música en la década de los setenta, en los inicios del rock progresivo. Gato Pérez todavía le dedicaba más tiempo al bajo que a cantar o a la guitarra pero estuvo animando muchas de las sesiones, hoy ya históricas, en la Sala Zeleste con el mítico grupo Secta Sónica.

   Poco a poco el movimiento musical que giraba en torno a esta sala fue desapareciendo y los músicos que conformaban su núcleo se dispersó. Gato Pérez se acercó sigilosamente a la rumba catalana para después hacer de ella su estilo y marca. De su guitarra saldrían los primeros sonidos de la rumba, que tras muchos años casi desaparecida, parecía que volvía a revivir con él. Las esencias gitanas del barrio de Gracia se mezclaban con su pasado rockero para dar un resultado único.

   

   Pocos personajes han tenido una importancia tan vital en el desarrollo y evolución de la música barcelonesa como Gato Pérez, y pocos como él se han mantenido siempre en un discreto e inmerecido segundo puesto. Fue de los pocos que se acercó con sus letras y su poesía a muchos problemas sociales que la música catalana parecía haber olvidado.

   

   Tanto en su voz como en sus discos puede hablarse del Gato Pérez como el relanzador de la rumba catalana. Redescubrió a las leyendas barcelonesas como Peret y organizó Las Estrellas de Gracias, el grupo que mejor ha mezclado la salsa antillana con la rumba catalana. Nunca abandonó su propia música y sus raíces latinoamericanas.

   Grabó su último álbum en 1990, 'Bajo los efectos del agua mineral', aunque no llegó a ver su lanzamiento ya que le sorprendió un fallo cardiaco que acabo con su vida. Se han publicado post mortem otros dos discos, 'Música' y 'El último y el primero'.