Actualizado 17/01/2017 07:37

La historia de San Jenaro Sánchez Delgadillo y su cruel asesinato en el 90 aniversario de su muerte

San Jenaro Sánchez Delgadillo
WIKIPEDIA

   CIUDAD DE MÉXICO, 17 Ene. (Notimérica) -

   Las historias sobre sacerdotes asesinados en pueblos de Iberoamérica son similares. Líderes religiosos dedicados a su labor católica en favor de las personas de las comunidades de las que son párrocos. El asesinato del mexicano Jenaro Sánchez Delgadillo hace 90 años es una de ellas.

    Antes de su santificación, Jenaro Sánchez Delgadillo era el sacerdote del pueblo de Tamazulita en Jalisco al suroeste de la capital de México en el año 1923. Ahí ejerció su ministerio hasta el día de su martirio en 1927.

   Sánchez Delgadillo vivió bajo el mandato del Presidente Plutarco Elías Calles quien había roto relaciones con la iglesia católica. Un año antes del asesinato del padre Jenaro Sánchez, el presidente promulgó la ley 'Calles' que limitaba el número de sacerdotes en cada entidad, los padres debían estar inscritos ante la municipalidad y solamente podían ejercer sus funciones aquellos párrocos que tuvieran una licencia otorgada por el congreso.

   La ley 'Calles' clausuró más de un centenar de iglesias en México y suprimió las actuaciones religiosas. Ante esto el episcopado mexicano ordenó la suspensión de todos los actos de carácter religioso, estas acciones propiciaron el descontento del clero y las protestas en plazas e iglesias.

   En un ambiente de represión, el padre Jenaro Sánchez destacaba por la docilidad y obediencia a sus párrocos, sin embargo también estaba dedicado a sus fieles por lo que fue encarcelado por no acatar las órdenes de la ley 'Calles' y leer una carta pastoral del obispo Orozco y Jiménez en denuncia de la represión.

   ASESINATO

   El 17 de enero de 1927 Sánchez Delgadillo se encontraba junto a los vecinos de Tamazulita. El padre regresaba a su lugar de residencia junto a siete acompañantes. Ese día los rumores decían que soldados del Ejercito Federal lo buscaban para apresarlo.

   Los fieles le solicitaron que escapara y se escondiera, pero el líder religioso no lo hizo. Lo apresaron junto a sus 7 acompañantes y luego de unas horas liberaron a los civiles. Los militares trasladaron al sacerdote a un descampado donde le ataron una soga al cuello y lo colgaron en un árbol cercano.

   Sin embargo la soga no estaba apretada, por lo que Jenaro Sánchez continúo vivo la noche del 17 de enero. A la mañana siguiente los soldados que lo había arrestado le dispararon al hombro y golpearon su cabeza con sus armas para asegurar su muerte.

   El cuerpo del líder religioso fue reconocido por sus fieles quienes lo llevaron a la ciudad de Tecolotlán, lugar de su nacimiento, para velarlo y enterrarlo. Fue beatificado el 22 de noviembre de 1992 y canonizado por Juan Pablo II en el año 2000.