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BUENOS AIRES, 10 Abr. (Notimérica/EP) -
El escritor Eduardo Jozami ha relatado en '2922 días. Memorias de un preso de la dictadura' los ochos años que estuvo encarcelado como preso político durante el régimen militar de Jorge Videla en Argentina con un estilo que podría parecerse a la ficción y que se concede el lujo de utilizar, ya que considera que se ha hecho justicia.
"En el libro me tomo ciertas libertades que no tienen que ver con mi posición político ideológica, sí con una manera de escribir que se parece al tono de la ficción, un tratamiento donde aflora mucho la subjetividad. Cuando uno pensaba en la necesidad de hacer justicia el tono del discurso era otro. El énfasis se ponía en mostrar por qué los responsables debían ser condenados", ha defendido en una entrevista concedida a la agencia de noticias Télam.
'Argentina después del menemismo', 'Final sin gloria', 'Rodolfo Walsh, la palabra y la acción' y 'Dilemas del peronismo' son algunas de las obras de este autor que recupera la memoria de aquellos años en los que fue preso político para evitar que se olvide la represión con la que fueron castigados aquellos que frente a la tiranía reclamaron libertad.
"Me gusta contar las cosas sin recargarlas, decir que eran asesinos, cuando eso ya se sabe. Verlos después en el juicio fue una experiencia muy fuerte para mí. Sirvió para corroborar que ya no eran poderosos. De hecho, se les podía juzgar y condenar", ha argumentado Jozami.
Se adentra en los recuerdos que conserva de aquella cárcel en la que permaneció 2.922 días, como recuerda el título del libro y relata el letargo en el acababan cayendo numerosos defensores de la libertad al ver que la derrota se hacía evidente.
"En la cárcel eran años de resistencia, al mismo tiempo eran años para pensar mucho, de lecturas y discusiones con los compañeros. Con el tiempo uno se percataba de que las cosas iban mal, y se acababa volviendo vulnerable. Fue complicado seguir siendo militante cuando se empezó a vislumbrar la derrota", ha asegurado.
Un autor que se adentra en el pasado para recordar y hacer que la represión que sufrieron numerosos argentinos no acabe en el olvido. Para ello, recupera sus recuerdos y los dota de un estilo cercano a la ficción que permite al lector sumergirse en la historia hasta hacerla propia.