Actualizado 04/06/2017 07:44

Matías Ramón Mella, de líder de la independencia dominicana a morir en la extrema pobreza

Retrato de Matías Ramón Mella
WIKIPEDIA

   SANTO DOMINGO, 4 Jun. (Notimérica) -

   Uno de los líderes de la independencia y padre de la patria dominicana, Matías Ramón Mella fallecía en extrema pobreza y enfermo de disentería el 4 de junio de 1864. Fue enterrado cubierto por una bandera del país por el que tanto había luchado, pronunciando en su último suspiro: "Aún hay patria, viva la República Dominicana".

   Comenzó muy joven su carrera política y militar, siendo nombrado gobernador de la comunidad de San Cristóbal con tan solo 20 años. Junto con Juan Pablo Duarte y Francisco del Rosario Sánchez, fundó 'La Trinitaria', una sociedad secreta partidaria de la independencia oriental de La Española. La totalidad de la isla estaba gobernada bajo el mando dictatorial de Jean Pierre Boyer, para quien el país era único e indivisible.

   Los tres consiguieron expandir los ideales revolucionarios entre las élites dominicanas. Mella pronto sobresalió por su manejo de la espada, representando la parte más militar de los tres padres de la patria.


   Mella se trasladó al país vecino para instar con el principal opositor haitiano, Charles Rivière-Hérard, a unirse a su causa independentista. En el menos de un mes destituyeron al dictador; sin embargo, Mella fue apresado por los haitianos. Consiguió escapar de la cárcel por la revolución que estalló en contra de Rivière-Hérard. En febrero de 1844 se proclamó formalmente la independencia de Haití y la creación de la República Dominicana.

   La noche del 27 de febrero de 1844, Mella disparó el primer trabuzaco a favor de la independencia del nuevo estado. Pedro Santana, militar y político dominicano a favor de la anexión de la isla a España, se proclamó primer Presidente de la República, declarando traidores y condenando al exilio a Mella, Duarte y Sánchez.


   En 1848 se les otorgó la amnistía por parte de Manuel Jimenes, segundo Presidente dominicano. Los tres volvieron a la isla y Mella se integró en el ejército. Sin embargo, Santana volvió a acceder al poder, siguiendo sus ideales de anexión a la antigua metrópoli. Esto desencadenó el descontento entre la población y el estallido de la Guerra de Restauración (1863-1865).

   Mella moriría en plena guerra y en la miseria más absoluta. A su cuerpo únicamente le acompañó una bandera de su recién fundado Estado. Aunque falleció sin honores, actualmente se le considera uno de los tres fundadores de la República Dominicana, junto a Duarte y Sánchez, que luchó con lealtad por sus ideales libertarios.