Publicado 25/09/2016 09:29

El 'nadaísmo' de Gonzalo Arango

Gonzalo Arango
GONZALOARANGO.COM

   BOGOTÁ, 25 Sep. (Notimérica) -

   Una generación colombiana "frustrada, indiferente y solitaria" propició, a finales de los años 50, la aparición del 'nadaísmo', una corriente filosófica surgida del escritor Gonzalo Arango.

   "En estos tiempos en que las relaciones humanas son simuladas y acomodaticias a intereses jerárquicos y subalternos; en que la vida del hombre colombiano es una mentira que se repite para sí y con relación a los otros; en que la carta del ciudadano es un pacto de conformismos y vergonzosas resignaciones, Descartes sigue vivo en nosotros aportando sobre nuestro tiempo su luz magnífica", aseguraba Arango en el 'Primer Manifiesto Nadaísta', publicado en 1958 en un Medellín convulso.

   El propio Arango, un 25 de septiembre de hace 40 años, tenía dificultades para definir este concepto, acuñado por él mismo. "Yo no sabría decir lo que es, pues toda definición implica un límite. Su contenido es muy basto, es un estado del espíritu revolucionario, y excede toda clase de previsiones y posibilidades".

   Así, para la juventud sería "un estado esquizofrénico-consciente contra los estados pasivos del espíritu y la cultura". Para muchos expertos, en cambio, es únicamente la versión latina del existencialismo, el movimiento filosófico que trata de fundar el conocimiento de toda realidad sobre la experiencia inmediata de la existencia propia.

   Esta corriente se constituyó como "oposición literaria y filosófica al ambiente cultural establecido por la academia, la Iglesia y la tradición colombiana".

   A la publicación de Arango del primer texto sobre el tema, le siguieron muchas otras de jóvenes procedentes de diversas partes de Colombia, quienes redactaron varios manifiestos con sus propuestas y apreciaciones de la realidad.

   En cuanto a sus características, el 'nadaísmo' de Arango tenía fuertes tintes de protesta social, pero sin el objetivo concreto de cambiar el mundo de aquella época, ya que partía del hecho de que el sistema no puede destruirse.

   "Nosotros no queremos trabajar sobre lo definitivo. El Nadaísmo nace sin sistemas fijos y sin dogmas. Es una libertad abierta a las posibilidades de la cultura colombiana, con un mínimo de presupuestos de lucha que evolucionarán con el tiempo hacia una estimación valorativa del hombre, una forma de belleza nueva, y una aspiración sin idealismos románticos ni metafísicos hacia una sociedad evolucionada en el orden cultural y artístico", decía un etéreo Arango.

   En cualquier caso, el abstracto concepto de 'nadaísmo' no fue la única creación del escritor colombiano, quien también es el autor de 'Las camisas rojas' (1959), 'El manifiesto de los escribanos católicos' (1961) o 'El oso y el colibrí' (1968).

   De hecho, para sorpresa --y decepción en muchos casos-- de sus seguidores, Arango abandonó el 'nadaísmo' en 1970, un acto que se consideró como una traición. "¡Qué falta de fe en la vida seguir creyendo que el nadaísmo es la salvación! Lo que vale es lo que somos, no lo que fuimos", llegó a escribir tras dejar de lado esta corriente filosófica.

   Arango, conocido entre los 'nadaístas' como 'El Profeta', falleció en un trágico accidente de coche el 25 de septiembre de 1976, cuando estaba planeando trasladarse a la capital británica de Londres, para que "los colombianos al perderme... me ganen".