Actualizado 24/05/2017 09:10

Con 10 años "compitió" cantando con J Balvin en Madrid

Balvin
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   MADRID, 23 May. (Notimérica) -

   Bailar, bien o mal, lo sabe hacer casi todo el mundo y más aún si la música acompaña. J Balvin es un experto en poner a sudar a todo el mundo con su reguetón y actitud en el escenario. Ayer lo demostró en el WiZink Center de Madrid (antiguo Palacio de Deportes) que lo convirtió en un lugar para desinhibirse, disfrutar y, cómo no, perrear.

   Aunque apareció 30 minutos después de la hora prevista (21.00 hora española), con él habría que aplicar eso de "lo bueno se hace esperar". Y así fue. Con una especie de pañuelo blanco en la cabeza, una chupa de cuero blanca y gafas de sol, sorprendió a toda la hinchada que lo recibió entre gritos eufóricos y aplausos sonoros.

   

ESPAÑA - MADRID - SPAIN - AGRADECIDO/ GRATEFUL !!! ???? ?? by/ por @orliarias #tiempodebalvin

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   La estrella latina puso a bailar a más de 4.000 personas de España, Venezuela, Honduras, Ecuador y Colombia durante una hora y media de concierto al ritmo de sus más sonados éxitos como 'Sigo extrañándote', 'Ginza', 'Bobo', 'Si tu novio te deja sola' o el tema remix de Zion y Lennox 'Otra vez', entre muchos otros.

   

   No faltaron a la cita personalidades reconocidas como el jugador de fútbol Cristino Ronaldo quien se escondía en el extremo izquierdo del escenario o el esloveno jugador de baloncesto Luka Doncic.

   

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   La temperatura subía en todos los aspectos, calor, sudor y mucho baile. Pero aumentó más cuando el colombiano se sacó de la manga de entre el público a un niño de unos 10 años aproximadamente quien le lanzó una camiseta en la que ponía "J Balvin dejame cantar contigo". Al más puro estilo reguetonero, el chico se sabía '6 AM' de maravilla "compitiendo" con el propio Balvin.

   El broche de oro al concierto lo puso el colombiano interpretando las infalibles 'Ay vamos' y 'Ginza', unos temas que "rizaron el rizo". El escenario oscureció y Balvin desapareció junto a su equipo. Ya tocaba volver a casa, aunque con la energía en las nubes y el peroné dislocado de tanto movimiento.