Actualizado 13/06/2017 08:18

Primer centenario del nacimiento de Augusto Roa Bastos, el escritor preocupado por Paraguay

Fotografía de Augusto Roa Bastos
Fotografía de Augusto Roa Bastos - WIKIPEDIA
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   ASUNCIÓN, 13 Jun. (Notimérica) -

   Hoy se cumplen 100 años del nacimiento de uno de lo grandes escritores del 'boom iberoamericano', pese a que no quisiera encuadrarse dentro. Centrado en los problemas de Paraguay, la recuperación de la historia y el bilingüísmo, Augusto Roa Bastos destacó por los detalles en una vida ligada a la literatura.

   Roa Bastos nace en Asunción, pero pronto su familia se traslada a Iturbe. El gusto por la lectura se lo trasmite su madre, recitándole desde Shakespeare hasta la Biblia. Para completar su formación, sus padres decidieron mandarle de vuelta a la capital. Fue allí, con el impulso de su tío, donde comenzó a devorar libros de historia y filosofía, configurándose como escritor.

   Joven y despreocupado, se fugó de casa para alistarse en el frente paraguayo de la Guerra del Chaco (1932-1935). Desempeñó tareas de enfermero y aguatero de las tropas. Estos años supondrían un antes y un después en su vida, convirtiéndose también en el eje de su carrera literaria.

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   Tras diversos oficios, encontró en el periodismo su trabajo soñado. Ejerció como cronista en 'El País' y, más tarde, para la 'BBC', siendo su primer locutor paraguayo. En plena II Guerra Mundial, consiguió entrevistar a Charles de Gaulle, general de la resistencia francesa, y presenció los juicios de Núremberg.

   Tras un intento de golpe de Estado en 1947, la situación política de Paraguay se recrudeció. Roa Bastos fue perseguido y acusado de comunista. Pasó tres meses escondido en la embajada de Brasil hasta que pudo cruzar a Argentina. Allí pasaría más de 30 años de exilio. En 1982, en un breve intento de regresar, fue expulsado de nuevo.

   Mientras Paraguay prohibía su literatura, censurándola y tachándola de falsear la realidad, el mundo entero le rendía homenaje. La Sociedad Argentina de Escritores, el premio de los Derechos Humanos, el galardón de la Fundación Pablo Iglesias... pero el reconocimiento más importante de todos fue la concesión del premio Cervantes en 1989.

   Después de más de 50 años de exilio, volvió a instalarse en Asunción en 1996, con la caída de la dictadura de Stroessner. Desde entonces hasta sus últimos días, escribiría una columna de opinión en el diario Noticias. En 2005 sufrió un accidente doméstico. Fue trasladado al hospital con un traumatismo cráneo encefálico y murió cuatro días después. Fue enterrado con honores de jefe de Estado.

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BILINGÜISMO E HISTORIA COMO EJE LITERARIO

   Roa Bastos comenzó su carrera literaria muy joven. Su primer acercamiento a la literatura fue gracias a su madre. Ambos escribieron una obra de teatro cuando el autor contaba con 13 años. Dos años más tarde realizó su primer relato, 'Lucha hasta el alba', que no seria publicado hasta 1979.

'El ruiseñor de la Aurora' (1944) es uno de los poemarios paraguayos más importantes. Mezclando guaraní y castellano, ambas lengua oficiales del país, resultó un revulsivo para la poesía iberoamericana de la época. El bilingüismo se convertiría en una de las características más reseñables de Roa Bastos, lo que le acarrearía críticas por parte de las élites sociales.

   'Hijo de hombre' (1960), un recorrido por la historia reciente de Paraguay, le coloca en el panorama internacional. Tras seis años de silencio, publica la que se considera su obra maestra 'Yo el Supremo'. Tomando como protagonista al dictador José Gaspar Rodríguez de Francia, que gobernó Paraguay desde 1811 hasta 1840, el libro muestra las penalidades del país: racismo, extorsión, persecución y muerte.

   Su prosa está bañada de neologismos, deformaciones del lenguaje y juegos léxicos. Entre castellano y guaraní, las costumbres, historias personales y preocupaciones de la población paraguaya se mezclan para hablar de una realidad cruda, sin ficcionar, convirtiendo a Roa Bastos en uno de los escritores que merece la pena leer al menos una vez en la vida.