Actualizado 09/07/2018 13:25

El adiós de las selecciones sudamericanas en el Mundial 2018: ¿el dinero ha acabado con el juego?

Soccer Football - World Cup - Quarter Final - Uruguay vs France - Nizhny Novgoro
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   MADRID, 9 Jul. (Notimérica) -

   El Mundial de Rusia 2018 comenzaba oficialmente para las selecciones latinoamericanas el segundo día del evento, el 15 de junio, con el encuentro entre Egipto y Uruguay, un partido que dio la victoria a los sudamericanos. Sin embargo, las eliminaciones de Uruguay y Brasil en los cuartos de final han dado por terminado el periplo de las selecciones latinoamericanas en este torneo.

   El Mundial ha tenido como representantes clasificados de la región a las selecciones de Brasil, Argentina, Uruguay, Costa Rica, Panamá, México, Perú y Colombia, todas ellas esta semana ya en casa. Los primeros en hacerlo fueron Perú, Costa Rica y Panamá, equipos que dijeron adiós en la fase de grupos. Posteriormente, Colombia y México cayeron eliminadas en octavos de final y, finalmente, Uruguay y Brasil en cuartos.

   De esta manera, desde aquel Brasil de Péle de Suecia en 1958, ningún equipo latinoamericano ha conseguido hacerse con la Copa del Mundo en territorio europeo. De nuevo, la rivalidad entre la escuela sudamericana y la europea ha acabado por dar la victoria al viejo continente en esta ocasión. Tal y como explica el exfutbolista y entrenador argentino Jorge Valdano al diario español 'El País', en el fútbol latinoamericano "nos hemos vuelto locos con la obsesión por ganar y los chicos salen muy jóvenes a Europa".

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   Se suma a ello un hecho clave que da muestra de que para ser un futbolista no vale únicamente la potencia física, también se requiere de conocimiento y táctica. Así lo señala a dicho medio el exfutbolista y director técnico colombiano Pancho Maturana: "Hay un índice de deserción escolar tremendo [en América Latina]. Los chicos con 12 o 13 años les dicen a los padres que ellos van a la busca de su sueño y lo dejan todo. Entonces, el importante no es el entrenador, sino el empresario que le dice que le va a llevar a Europa".

   Las desigualdades en América Latina, que desde el principio han marcado el desarrollo y la esencia de sus selecciones y mejores jugadores, continúan haciendo mella en ellos, aunque la cada vez más escandalosa marcantilización en el mundo del fútbol ha marcado también el desarrollo futuro de los jugadores a nivel personal y profesional, así como el de los equipos.

   Esta falta de táctica y estructura es definida como la "esencia", en especial para los jugadores brasileños. El futbolista brasileño Mauro Silva indica que "en Brasil, lo más importante era que nuestro proceso era natural, jugábamos en la calle, pero perdimos la calle por la violencia (...). Hay que copiar lo que tienen bueno los europeos, la organización, la administración y mantener la esencia nuestra. Un futbolista mejor formado también será más inteligente y mejor en la toma de decisiones en el campo".

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   Hacia el mismo lugar señala Valdano, quien dice de Argentina que "el problema es multiorgánico: violencia, desorganización, falta de medios económicos...". El exfutbolista Juan Pablo Sorín indica al medio español que "estamos ante una oportunidad para cambiar el fútbol desde nosotros, los futbolistas, los técnicos, la gente que ama el fútbol, pero hay que tener mucho cuidado para que ninguno de los dirigentes se vuelva a equivocar porque entonces, como dijo Maradona, estaríamos manchando otra vez la pelota".

   La última vez que una selección latinoamericana ganó el campeonato fue en el año 2002, cuando Brasil se hizo con la Copa del Mundo en Corea del Sur y Japón. Desde entonces, las selecciones latinoamericanas no han logrado imponerse a las europeas, pese a que muchos de sus jugadores sean verdaderas estrellas en los mejores equipos de las ligas de Europa.

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   Neymar, Messi, Luis Suárez, 'Chicharito' Hernández... todos ellos, ya de vuelta en casa, han liderado sus selecciones nacionales y han sido foco de críticas por lo que sus compañeros --y ellos mismos-- hacían sobre el campo. La presión se ha hecho notar y podría haber mermado la capacidad de juego de algunos de ellos. De hecho, Neymar escribía tras la derrota de Brasil en su Instagram que después de la retirada del Mundial "es difícil encontrar fuerzas para querer seguir jugando al fútbol".

   ¿Se habrá impuesto el escandaloso peso mercantil de los jugadores al juego? ¿Hacia dónde van las canteras latinoamericanas?