RÍO DE JANEIRO, 28 Jul. (Reuters/EP) -
La delegación de Australia le regaló el miércoles al alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, un canguro boxeador de peluche y cerró la disputa sobre las condiciones de la Villa Olímpica a casi una semana de la Ceremonia de Inauguración.
Paes irritó a muchos en Brasil y el extranjero cuando pareció restar importancia a las quejas de Australia sobre las condiciones de la Villa Olímpica, al afirmar el domingo que podría instalar un canguro en el recinto para hacer que los atletas se sientan como en casa.
El regalo, entregado por la jefa de la delegación australiana, Kitty Chiller, mostró que no existen resentimientos por lo que consideró como "bromas" del alcalde, que entregó al equipo de Australia las llaves de la ciudad de Río.
"Yo reconozco los problemas que nos encontramos. Vine aquí a hacer un pedido formal de disculpas. No me reí del canguro, entiendo que es un símbolo y aquí tengo mi canguro ahora. Mi segundo país en los Juegos Olímpicos será Australia y con la camisa amarilla va a ser fácil", afirmó Paes.
Chiller advirtió el domingo que los departamentos de la Villa Olímpica "no eran seguros" debido a filtraciones de la fontanería, inodoros obstruidos e instalaciones eléctricas expuestas, lo que generó preocupaciones sobre si Río estaba preparado para ser la primera ciudad de Sudamérica que recibe a los Juegos Olímpicos.
"Estos Juegos Olímpicos son un maratón, no una prueba de velocidad, y estoy segura de que habrá obstáculos que aparecerán en otras áreas y habrá que lidiar con ellos de la mejor forma posible y con buen humor", dijo Chiller, quien agregó que unos 50 atletas australianos ya se han trasladado a las instalaciones oficiales.
Paes envió a más de 600 trabajadores para que trabajen las 24 horas en la Villa Olímpica y espera tener las 31 torres de departamentos listas para su uso antes del fin de semana.