BRASILIA, 15 Mar. (Notimérica) -
El fichaje más controvertido. Así se podría resumir la incorporación del portero brasileño Bruno Fernandes --capitán y uno de los ídolos del Flamengo-- a la disciplina del Boa Esporte de Varginhas, equipo de fútbol de la Serie B brasileña.
El guardameta fue liberado de prisión el pasado 24 de febrero tras cumplir parcialmente la pena por el asesinato de Eliza Samudio, su examante, por el que fue condenado en 2010 a más de 22 años de cárcel bajo cargos de homicidio calificado, secuestro y ocultación de cadáver.
De acuerdo a 'BBC Mundo', la víctima le reclamaba que reconociera la paternidad de su hijo y le diera una pensión, lo que pudo motivar el asesinato. El cuerpo de Samudio nunca fue hallado porque los autores del crimen se lo dieron de comer a unos perros, según confesó el propio jugador al juez.
Al poco de ingresar en la cárcel, el futbolista presentó un recurso contra la condena y el retraso de la justicia, que sigue sin resolver el caso, llevó a un juez a ordenar su puesta en libertad provisional a la espera de la apelación.
CONSECUENCIAS
Su contratación como jugador del Boa Esporte tras seis años en prisión ha generado una fuerte polémica, motivado protestas de grupos que combaten el feminicidio.
En el aspecto más deportivo y económico, su nuevo club también ha sido castigado fruto del fichaje, y hasta cinco de los patrocinadores del equipo han retirado su apoyo, entre las que se encuentran la empresa Nutrends o el supermercado Kanxa.