Actualizado 28/05/2015 19:52

Cronología: las denuncias de corrupción en la FIFA

FIFA President Blatter gestures as he addresses a news conference at the FIFA he
Foto: REUTERS

MADRID, 28 May. (Notimérica) -

   Este miércoles salió a la luz el caso de conspiración y corrupción en el seno de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA), relacionado con las adjudicaciones de las Copas del Mundo de 2018 y 2022 a Rusia y Catar, respectivamente.

   Tras producirse la detención de siete directivos del mundo del fútbol en un hotel de Zürich, poco antes del Congreso anual de la FIFA, la Justicia de Estados Unidos ha dado a conocer los 14 imputados; nueve de ellos directivos y cinco empleados del organismo.

   No obstante, los rumores por corrupción dentro de la FIFA comenzaron mucho antes y el caso ha sido investigado por el FBI desde hace tres años.

2002.

   Ya en el 2002, el diario británico 'The Daily Mail' reveló una posible compra de votos en la primera elección de Joseph Blatter como presidente de la FIFA en 1998.

   Ese mismo año, el secretario general de FIFA, Michel Zen-Ruffinen, acusa a Blatter por malversación de fondos. Como consecuencia, cinco vicepresidentes de FIFA junto a otros seis integrantes del Comité Ejecutivo de la Federación Internacional emprendieron una demanda contra el presidente Blatter.

2005.

   En el 2005, la FIFA comenzó a recibir denuncias por posibles amaños de partidos. Para solucionar el problema, la FIFA creó un sistema de alertas tempranas y comenzó a monitorizar las apuestas para detectar partidos que pudieran estar manipulados.

2006.

   Un año más tarde, el presidente de la Confederación de Fútbol de Norte, Centroamérica y el Caribe (CONCACAF), Jack Warner, fue acusado por revender entradas para el Mundial de Alemania 2006 a través de una agencia de viajes. Sin embargo, el ente rector no tomó ninguna medida.

2010.

   Cuatro días antes de las elecciones de las sedes de los Mundiales 2018 y 2022, el periodista de investigación escocés Andrew Jennings desveló en un documental para la 'BBC' las comisiones ilegales que habían recibido varios directivos de la FIFA como Joao Havelange, expresidente de la FIFA y Nicolás Leoz, expresidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL).

   La Justicia suiza señaló que Joao Havelange, expresidente de la FIFA (1974-1998) y Ricardo Teixeira, patrón de la potente CBF (1989-2012), fueron sobornados a cambio de contratos exclusivos de derechos de televisión para la Copa Del Mundo, pero el caso fue archivado.

   A tres miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA se les compraba con dinero y a un cuarto con mujeres. La FIFA emitió una declaración que, en lugar de condenar estas irregularidades, criticó la actitud de los periodistas que sacaron a la luz el caso. Al poco tiempo declararon persona non grata al exsecretario general de la FIFA Michael Zen Ruffinen.

   Ese mismo año, el medio 'The Sunday Times' grabó con una cámara oculta al vicepresidente del Comité ejecutivo, el francés Reynald Temarii, y a uno de los miembros de dicho comité, el nigeriano Amos Adamu, mientras pedían dinero a cambio de su voto. En respuesta a lo sucedido, la Comisión Ética de la FIFA decidió expulsar a los involucrados durante 30 días. Al finalizar este periodo de tiempo, decidieron inhabilitar por un año a Temarii y por tres a Adamu.

   Finalmente, el Mundial 2018 le fue otorgado a Rusia, y el del 2022 a Catar. Blatter, por su parte, declaró que el Mundial en Catar es una deuda con el mundo árabe y aseguró que era "una locura" pensar que la concesión de ambos torneos era una cuestión de dinero.

2011.

   En mayo del siguiente año, el expresidente de la Federación Inglesa David Triesman denunció en la Cámara de los Comunes que el vicepresidente de la FIFA, Jack Warner, el presidente de la Conmebol, Nicolás Leoz, el responsable de fútbol brasileño, Ricardo Teixeira, y el directivo tailandés Worawi Makudi, trataron de sobornar a cambio de emitir su voto por Inglaterra como organizador del Mundial 2018.

   La Comisión de Ética decidió suspender indefinidamente al expresidente de la Confederación Asiática de Fútbol Bin Hammam y Jack Warner renunció tras la supuesta implicación de ambos en la compra de votos para las elecciones presidenciales de la FIFA. De hecho, llegaron a entregar sobres con 40.000 dólares en una reunión para que los presentes votaran por Hammam.

   A pesar del escándalo y su repercusión mediática, Joseph Blatter fue reelegido para un cuarto mandato como presidente de la FIFA y propuso que a partir de ese momento fuera el Congreso el que eligiera las sedes, así como reforzar la Comisión de Ética y crear un Comité para resolver denuncias de corrupción.

2012.

   Las medidas de Blatter fueron aprobadas, casi por unanimidad, por la FIFA. Además, la FIFA publicó la documentación del caso ISL, una empresa que se encargaba de comercializar los derechos audiovisuales de sus competiciones, que confirmó que su expresidente Joao Havelange y el brasileño Ricardo Teixeira recibieron sobornos millonarios procedentes de esa firma.

   Ese mismo año, la FIFA inhabilita de por vida a Bin Hammam por malversación de fondos, aplicando su nuevo Código Ético y tras una investigación de la Comisión de Ética.

2013.

   La revista francesa 'France Football' reveló que Catar compró el Mundial de 2022 y afirmó que el presidente de la Asociación Argentina, Julio Grondona, Ricardo Teixeira y el expresidente del Barcelona Sandro Rosell estaban implicados.

2014.

   El diario británico 'The Sunday times' publicó documentos que demostraban que el exdirectivo de la FIFA Mohamed Bin Hammam había pagado unos 5 millones de dólares a responsables del fútbol africano para comprar el Mundial de Catar.

   Tras esto, el órgano de instrucción de la Comisión de Ética de la FIFA, presidido por el exfiscal estadounidense Michael J. García, cierra la investigación sobre la concesión de los mundiales 2018 y 2022 y traslada el caso a la cámara de decisión para que se pronuncie.

2015.

   El caso ha desembocado en la detención por parte de la Oficina Federal de Justicia de Suiza, encargada por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, de nueve directivos por la presunta corrupción en el seno de la FIFA, relacionada con las adjudicaciones de las Copas del Mundo de 2018 y 2022 a Rusia y Qatar, respectivamente.

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