BUENOS AIRES, 22 Jun. (Notimérica) -
El 22 de junio de 1986 en el Estadio Azteca de la Ciudad de México se disputaron los cuartos de final del mundial de fútbol entre la selección de Argentina contra la de Inglaterra.
El considerado por muchos como el mejor futbolista de todos los tiempos, Diego Armando Maradona, marcó en este encuentro dos de los goles más recordados en la historia de los mundiales, conocidos popularmente como 'La mano de Dios' y el gol del siglo.
El Estadio Azteca sigue rindiendo homenaje a Maradona por su extraordinaria actuación con una placa de metal colocada en un muro del estadio. Aunque esta placa no especifica cual es el gol 'extraordinario' de los dos que el astro argentino hizo ese día, en un partido 'mágico' que ha pasado a la historia del mundo del fútbol.
Siete días después de aquellos goles, la Argentina de Maradona se proclamó campeona del mundo, segundo mundial que conseguía tras ganar el mundial del 78.
GOLES
Transcurrido el primer tiempo entre Argentina e Inglaterra, el partido seguía en empate, pero Maradona empezaba a desequilibrar y crear peligro entre los defensores ingleses. En el minuto seis de la segunda mitad llegará uno de los momentos que pasará a la historia: el genio argentino controló el balón fuera del área y con su pierna izquierda pasó a su compañero Jorge Valdano, quien no pudo controlar el esférico mientras el defensor inglés en su afán de despejar la pelota, la mandó hacia su portería.
Ya dentro del área y con la pelota cayendo, Maradona fue en su búsqueda a la par del guardameta inglés Peter Shilton, 20 centímetros más alto que él. Shilton saltó adelantando su mano derecha, al mismo tiempo que Maradona lo hacía con el brazo izquierdo extendido. El puño del jugador argentino, cercano a su cabeza, golpeó antes el balón, que rodó pasando la línea de gol.
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La denominación de 'La Mano de Dios' se debe a las declaraciones del argentino realizadas después del partido, cuando al preguntarle si lo había marcado con la mano respondió "yo no la toqué, fue la mano de Dios".
El segundo gol anotado por el astro argentino, elegido en el 2002 como el mejor gol de los mundiales se produjo en el minuto 55. Maradona partió desde su propio campo y se internó en campo rival dejando a su paso a todo jugador inglés que se oponía en sus camino, concretamente a seis: Glenn Hoddle, Peter Reid, Kenny Sansom, Terry Butcher, Terry Fenwick y al arquero Peter Shilton antes de rematar y anotar el tanto.
Sus goles que se siguen recordando y que marcaron un hito en el mundo futbolístico, tuvieron como testigos a 114.580 aficionados que estaban en el estadio Azteca, el templo del fútbol mexicano.
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