Publicado 02/07/2015 22:54

ACTUALIZA 1-Sindicatos detienen dos plantas de mayor cervecería de Venezuela

(Agrega citas)

Por Eyanir Chinea

CARACAS, 2 jul, 2 Jul. (Reuters/EP) -

- Dos plantas de Polar, la mayor cervecería de Venezuela, fueron detenidas el jueves por una disputa laboral, dijeron sindicatos cercanos al Gobierno, sentando las bases para una posible escasez en un país amante de la cerveza.

Las factorías de Caracas y del estado oriental de Anzoátegui, además de 16 centros de distribución en ocho estados del país, fueron paralizadas, dijeron trabajadores que se congregaron en la capital para marchar a varias sedes gubernamentales.

Polar, que surte hasta el 80 por ciento de la cerveza de la nación sudamericana, tiene cuatro plantas.

Las otras dos, que se encuentran en el occidente y centro de Venezuela, también están en riesgo de paralización, aunque por la escasez de insumos, aseguró el líder de otro sindicato que se autodefine como independiente.

El conflicto refleja la profunda politización en Venezuela. El sindicato simpatizante con el Gobierno socialista de Nicolás Maduro alega que Polar les niega una discusión salarial justa.

El otro sindicato, con mayor número de afiliados, sostiene que es la falta de materia prima lo que está poniendo en riesgo la distribución de la bebida en el país, ubicado entre los 10 mayores consumidores de cerveza del mundo. Polar importa un porcentaje importante de los insumos para su producción.

Las empresas en Venezuela deben comprar con bolívares los dólares para sus importaciones, en medio del control de cambios implantado por el fallecido presidente Hugo Chávez hace 12 años.

"Se quiere hacer ver que este es un problema laboral para tapar la falta de materia prima (...) lo único que nosotros queremos es que nos bajen la materia prima, no queremos un show político", dijo vía telefónica a Reuters Jhonny Magdaleno, secretario general del sindicato de Cervecería Polar, que se considera independiente.

Magdaleno informó que esta semana la planta que elabora chapas y cajas de cerveza, ubicada en la ciudad industrial de Valencia, se paró por falta de insumos plásticos y metálicos.

"Aquí no hay nada con qué trabajar", dijo agregando que están cerca de agotar sus existencias de chapas y cebada, por los que calculan que en un mes deberán detener totalmente la producción.

Eso, si el conflicto sindical no escala antes.

"Esto es una lucha de clases. Nos han retrasado el contrato colectivo por más de 20 meses y la empresa se niega a reconocer al sindicato", dijo por su parte José Rojas, portavoz de otro sindicato de Polar, antes de entregar a la Fiscalía varias denuncias sobre "atropellos" a los líderes sindicales.

Polar es reconocida en Venezuela por la fabricación de la cerveza y por elaborar la harina para cocinar las populares arepas, uno de los alimentos típicos del país caribeño.

También distribuye Pepsi y Gatorade en el país.

La firma no respondió de inmediato a una lista de interrogantes enviadas por Reuters.

"VIOLACIONES A LOS DERECHOS HUMANOS"

Los cientos de trabajadores que marcharon también pidieron a la Asamblea Nacional una interpelación al presidente de Polar, el magnate venezolano Lorenzo Mendoza.

El Defensor del Pueblo, Tarek Saab, dijo que en una reunión esta semana con uno de los sindicatos que llevan a cabo el paro recibió denuncias sobre supuestas "violaciones a los derechos humanos", como amenazas u hostigamiento.

Además anunció que mediaría en un próximo encuentro entre las partes.

Polar respondió mediante un comunicado el miércoles desestimando las declaraciones de Saab y calificándolas de "falsas, injuriosas, difamatorias y (...) emitidas por una parcialidad".

La empresa, que tiene una larga historia de desencuentros con el Gobierno socialista, advirtió que emprenderá acciones legales en contra de afirmaciones como las de Saab.

A menudo el presidente Maduro se refiere a Mendoza como un "pelucón" (un adinerado aristócrata) y lo acusa de estar aliado con la oposición política que busca derrocarlo.

Cervecería Polar había dicho que estaba recabando pruebas para denunciar, ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), "supuestas presiones que reciben representantes de grupos sindicales y trabajadores para imponer por la fuerza una paralización que no cuenta con el apoyo de la mayoría".

La empresa sostiene que está al día con sus compromisos laborales y que los trabajadores que convocaron la paralización representan sólo un 1 por ciento del personal.