Actualizado 14/08/2014 17:56

El Gobierno desafía a Griesa a declarar al país en desacato

BUENOS AIRES, 14 Ago. (Reuters/EP) -

   El Gobierno de Argentina ha desafiado este miércoles al juez estadounidense Thomas Griesa a que cumpla con su amenaza de declarar en desacato al país por negarse a cumplir con una sentencia para compensar con cientos de millones de dólares a sus acreedores con deuda en 'default' (suspensión de pagos).

   El magistrado amenazó la semana pasada con considerar al país sudamericano en rebeldía si no retoma las negociaciones con los fondos de cobertura NML y Aurelius, y no pone fin a sus declaraciones sobre que no tiene obligaciones financieras pendientes con sus acreedores.

   "El juez no libera una orden de desacato porque no la puede aplicar a un país soberano", ha dicho el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, en un abierto desafío a Griesa.

   Griesa bloqueó los pagos de los bonos argentinos emitidos bajo leyes extranjeras hasta que el país no acate el fallo para compensar con 1.330 millones de dólares mas intereses a los 'holdouts' que durante años batallaron en cortes internacionales para recuperar el valor de los títulos que el país dejó de cumplir en su masiva cesación de pagos del 2002.

   La decisión impidió que Argentina honrara a fines de julio los intereses de sus bonos 'Discount', cayendo en su segunda suspensión de pagos en poco más de una década.

   Sin embargo, el Gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ha dicho que cumplió con el pago del título ya que depositó en las cuentas de Buenos Aires de su agente de pago, el Bank of New York Mellon (BONY), los fondos necesarios para cancelar el cupón del 'Discount'.

   Sin embargo, el BONY no pudo completar el proceso de transferencia a las cuentas de los tenedores del bono por la orden de Griesa, que ha dicho públicamente que el país está en 'default'.

   Argentina abandonó hace dos semanas la mesa de negociaciones furiosa con el mediador designado por el magistrado, a quien acusó de ser imparcial en favor de los fondos de cobertura, a los que califica de 'fondos buitre'.

   El país ha dicho que no está en condiciones de negociar un acuerdo con los 'holdouts' porque podría recibir demandas de hasta 400.000 millones de dólares de los acreedores que participaron de dos reestructuraciones de deuda en default, en el 2005 y en el 2010, en las cuales canjearon sus títulos a cambio de fuertes quitas.

   "Entendemos que no se dan las condiciones que son absolutamente imprescindibles para entablar el proceso de negociación", ha sostenido Capitanich.

   Sin negociaciones a la vista, el caso quedó en un limbo mientras un grupo de bancos privados ha fracasado hasta ahora en un intento por comprar parte de la deuda en default en manos de Elliot y Aurelius.

   La disputa podría complicarse aún más si los tenedores de deuda reestructurada deciden ejercitar una cláusula que les permite recuperar anticipadamente su inversión en caso de default. Esto podría obligar a Argentina a reestructurar deuda por hasta 30.000 millones de dólares.