Actualizado 19/12/2014 18:46

Empresas occidentales se aprontan para enfrentar caída del rublo

Por Jonathan Gould

FRÁNCFORT, 19 dic, 19 Dic. (Reuters/EP) -

- Empresas occidentales están reduciendo sus inversiones en Rusia, están repatriando fondos y conversando con sus bancos sobre coberturas cambiarias para proteger sus ganancias ante la depreciación del rublo y el empeoramiento del panorama para el crecimiento en el país.

Fabricantes de automóviles, incluyendo a Volkswagen , Jaguar Land Rover, Audi y BMW ya han reducido sus negocios, mientras que otros, como el minorista finlandés Stockmann y el fabricante sueco de muebles IKEA, quieren quedarse, pero les preocupa lo que pueda ocurrir.

El desplome del precio del petróleo y una dolorosa ronda de sanciones por Ucrania están llevando a Rusia a la recesión y frustrando a miles de firmas occidentales con negocios allí, que ven pocas probabilidades de que se rompa el estancamiento político.

"Estoy muy preocupado por señales de dogmatismo en la discusión y que el diálogo esté disminuyendo en vez de aumentar", dijo el presidente ejecutivo del minorista alemán Metro, Olaf Koch, de la disputa entre Rusia y Occidente.

Las sanciones han agravado los problemas del país dependiente del petróleo, lo que ha provocado una depreciación de un 50 por ciento del rublo este año.

El banco central ruso dijo que el producto interno bruto (PIB) podría contraerse un 5 por ciento el próximo año si el precio del petróleo continúa en torno a lo 60 dólares por barril.

Las automotrices son algunas de las firmas que han tomado medidas más drásticas, pues la depresión económica está mermando los presupuestos de los consumidores para adquirir ítems caros.

"Ante la volatilidad de la tasa cambiaria del rublo y con el objetivo de administrar su riesgo de negocios, GM Rusia ha decidido suspender temporalmente las ventas mayoristas de vehículos a sus concesionarios en Rusia a partir del 16 de diciembre", dijo Opel, la división europea de GM.

Previamente esta semana, Apple, que no opera tiendas minoristas propias en Rusia, afirmó que paralizará sus ventas de productos por internet en el país "debido a fluctuaciones extremas en el valor del rublo".

El jueves por la tarde, la alemana BASF y la rusa Gazprom abandonaron un intercambio de activos de gas planificados desde hacía tiempo, citando un "ambiente político difícil".

Otras empresas mantienen el curso, pero les preocupa la incertidumbre de la situación.

"La visibilidad es cero, la pelota está totalmente con el Gobierno ruso y el banco central", dijo Lauri Veijalainen, ejecutivo de Stockmann, que posee siete lujosas tiendas de departamento en Rusia.

Stockmann y IKEA, que tiene 14 tiendas y 14 centros de compras en Rusia, planean elevar precios en un esfuerzo para compensar la depreciación del rublo.

Los analistas prevén que grandes bancos occidentales, como Société Générale, BNP Paribas y Deutsche Bank, sigan sirviendo a sus clientes en Rusia, aunque una recesión reduciría inevitablemente sus ingresos a nivel local.