Publicado 19/12/2014 15:14

EXCLUSIVA-BCE estudia que países débiles asuman más riesgo en eventual QE: fuentes

Por John O'Donnell y Paul Carrel

FRÁNCFORT, 19 dic, 19 Dic. (Reuters/EP) -

- Funcionarios del Banco Central Europeo estudian vías para garantizar que los países más débiles de la eurozona que podrían ganar más con una nueva ronda de impresión monetaria asuman costos y riesgo mayores.

Estos altos funcionarios, que hablaron bajo condición de anonimato, dijeron a Reuters que el BCE podría requerir a los bancos centrales de países como Grecia o Portugal que aparten dinero adicional o provisionen las potenciales pérdidas de una eventual compra de deuda, para reflejar el riesgo de sus bonos soberanos.

Una medida así persuadiría a la reticente Alemania para respaldar los planes de compra de deuda pública.

Actualmente, el BCE y el alemán Bundesbank tienen posiciones encontradas sobre los preparativos para la compra de bonos soberanos, conocida como expansión cuantitativa (del inglés "quantitative easing" o QE), cuyo objetivo sería apuntalar la estancada economía de la zona euro.

Pero si bien la idea podría servir para superar la oposición en Alemania, que está preocupada de que la nueva impresión de dinero pueda alentar gastos excesivos y quedar como el país que en última instancia tiene que pagar la cuenta, los críticos argumentarán que cualquier condición como las que se estudian limitaría el alcance e impacto del plan.

Si bien una liberación de dinero nuevo para comprar bonos estatales parece algo casi seguro, cómo ocurrirá es algo que sigue poco claro.

El Consejo de Gobierno del BCE sostiene el 22 de enero su próximo encuentro monetario y hay altas expectativas en el mercado de que ofrecerá nuevos estímulos.

Requerir a los países más débiles que dispongan provisiones adicionales indicaría que una mayor parte del riesgo de potenciales pérdidas quedaría en manos de los bancos centrales nacionales en lugar del BCE.

"Las pérdidas serían tomadas (...) por los estados nacionales", dijo un responsable.

El BCE se abstuvo de hacer comentarios.