CARACAS, 7 May. (Notimérica) -
La actual institución financiera más importante en el ámbito privado en Venezuela, Banesco Banco Universal, está más que nunca en el punto de mira del Gobierno de Nicolás Maduro. Este amenazó el pasado año con la nacionalización de la entidad bancaria, fundada por el empresario hispano-venezolano Juan Carlos Escotet.
El expresidente de la Asamblea Nacional de Venezuela y hombre fuerte del chavismo, Diosdado Cabello, anunció el 28 de diciembre de 2017 que investigarían a Banesco por su supuesta implicación en el contrabando de billetes, así como que el Gobierno se haría con todo el poder de la entidad, de la cual hasta el momento posee una participación de un 2 por ciento.
El anuncio de Cabello, por el momento, parece que podría cumplirse. La pasada semana la Fiscalía General de Venezuela ordenó la detención de 11 directivos del banco, entre ellos el presidente ejecutivo, Óscar Doval García, tras ser acusados de formar parte de un red financiera dedicada a la especulación en el mercado cambiario paralelo.
Asimismo, el fiscal general designado por la Asamblea Nacional Constituyente, Tarek William Saab, anunció haber intervenido la entidad por un plazo de 90 días con el objetivo de "garantizar que la institución conserve su actividad bancaria y continúe brindando sus servicios a los usuarios y usuarias del sistema con absoluta normalidad".
En 90 días, cuando supuestamente finalice el periodo de intervención de Banesco por parte del Gobierno, ya habrán tenido lugar las elecciones presidenciales en las que Maduro busca la reelección, fijadas para el próximo 20 de mayo.
Los antecedentes que hicieron sospechar sobre los hechos tuvieron lugar dos días antes de las detenciones, cuando el vicepresidente de Venezuela, Tareck El Aissami anunció que 1.133 cuentas bancarias --el 90 por ciento de estas de Banesco-- iban a ser bloqueadas por presentar supuestas irregularidades.
El miércoles por la noche la entidad publicó en su cuenta de Twitter que varios directivos del banco estaban declarando ante la Dirección General de Contrainteligencia Militar, pero que ninguno de ellos se encontraba en el lugar en calidad de detenidos y que contaban con "toda tranquilidad".
Horas después, tuvieron lugar los arrestos. El Gobierno aseguró que dichas detenciones estaban relacionadas con la 'Operación Manos de Papel', una investigación llevada a cabo en las últimas semanas en la que también se han llevado a cabo varios allanamientos y la mencionada congelación de cuentas. "Se ha determinado la presunta responsabilidad de los integrantes de esta alta gerencia en una serie de irregularidades", indicaba el fiscal.
¿DELITO O DISPUTA?
Sin embargo, el roce entre Banesco --o más bien entre las entidades y casas de bolsa de carácter privado venezolanas-- y el Gobierno de Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) no representa una novedad.
En el año 2010, el fallecido presidente Hugo Chávez intervino 35 casas de bolsa en Venezuela bajo la premisa de que se estaba dando un ataque contra el bolívar. En enero de 2012 amenazó con nacionalizar a todos aquellos bancos privados de Venezuela que no financiaran los proyectos agrícolas de su Gobierno. "Yo estoy dispuesto si ellos no cumplen, a nacionalizar esa banca (...) no, no tengo ningún problema, lo vuelvo a repetir", dijo el mandatario entonces.
La disputa que el PSUV ha mantenido con el sector privado venezolano se enmarca en los últimos años en una supuesta "guerra económica", liderada por entidades desde dentro de país y por la comunidad internacional, especialmente por Estados Unidos y las sanciones impuestas por este, que ha llevado a que la situación de la economía y las finanzas venezolanas se encuentren en crisis.
Por ello, el Gobierno de Nicolás Maduro ha acusado de "graves y notorias faltas a sus obligaciones de prevención a la legitimación de capitales, ilícitos financieros, financiamiento al terrorismo y distorsión del mercado cambiario ilícito" a la entidad, la cual por su parte señala como culpables de la situación a las políticas económicas de Chávez y de Nicolás Maduro.
Los próximos 90 días serán en los que se dilucide cuál será la situación en la que quedará Banesco en Venezuela, de la misma manera que se dará una respuesta a la situación política tras la realización de los comicios presidenciales.