Publicado 26/06/2015 18:49

Griegos están enfadados, pero resignados ante perspectiva de más medidas de austeridad

Por Michele Kambas

ATENAS, 26 jun, 26 Jun. (Reuters/EP) -

- El descrédito dio paso a la ira y la resignación en Grecia el viernes, a medida que aumentan las posibilidades de una nueva ronda de austeridad y aún no se sella un acuerdo a largo plazo para poner fin a la incertidumbre sobre las deudas del país.

A punto de cumplirse el plazo del 30 de junio, cuando Grecia debería pagar un préstamo de 1.600 millones de euros al Fondo Monetario Internacional, Atenas seguía discutiendo con sus acreedores por un paquete fiscal que, asegura, impondrá más austeridad al país, de 11 millones de habitantes.

Incluso la influyente Iglesia de Grecia entró al ruedo y llamó a todas las partes a llegar a un acuerdo para ayudar a poner fin al aprieto de los griegos.

"El Sínodo Sagrado está convencido de que, con la iluminación de nuestro señor Jesús, es posible encontrar una solución mutuamente aceptable", afirmó.

El presidente del cabildeo de los minoristas griegos, Vassilis Korkidis, dijo que el país se enfrenta a una "crucifixión" por parte de los prestamistas, a los que comparó con Anás y Caifás, dos sacerdotes que persiguieron a Jesucristo, según la Biblia.

"Creo que lo que molesta a todos los griegos es la percepción de que Grecia está siendo tratada como un botín político y económico", comentó Korkidis, que es el jefe de la Confederación Helénica de Comercio y Emprendimiento.

Aún así, dijo que un mal acuerdo es mejor que ninguno.

"Si optamos por romper con los prestamistas -que, aparte de provocar la bancarrota, sería una fuente de vergüenza nacional-, ¿quién confiará en nosotros en el extranjero"?, se preguntó.

El diario Avgi, que respalda al Gobierno del partido izquierdista Syriza, lo planteó de otro modo, gritando que "Schauble y Co. chantajean a Europa" en el titular de su portada, en referencia al ministro de Finanzas alemán.

Aún así, tras una semana de negociaciones infructuosas, cada vez más griegos manifestaron su aceptación renuente de que las medidas duras de austeridad son mejores que el caos de no llegar a acuerdo, afirmó una encuestadora.

Si Grecia no logra un pacto con sus acreedores, enfrenta la amenaza de tener que imponer controles de capital y una cesación de pagos que allanaría el camino a una salida de la zona euro.

"Existe una profunda sensación de incertidumbre y eso está creando una mayoría que preferiría un acuerdo con los prestamistas", dijo el encuestador Costas Panagopoulos, de ALCO.

"Les preocupa que lo contrario, una ruptura total con los prestamistas, pueda tener peores repercusiones", agregó.