Actualizado 22/06/2018 13:33

Iberoamérica, ¿hacia una integración económica como la Unión Europea?

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NOTIMÉRICA

   MADRID, 21 Jun. (Notimérica) 

   En un contexto en el que las guerras en Oriente Medio lejos de desaparecer se recrudecen, África sigue sin despegar y Europa afronta una crisis migratoria que no recordaba desde la Segunda Guerra Mundial; en un momento en el que China se ha convertido en la gran 'superpotencia' con la que todos quieren firmar acuerdos de comercio y Estados Unidos lo dirige un hombre que a golpe de 'tuit' se borra del acuerdo sobre el cambio climático o del acuerdo nuclear, Iberoamérica se enfrenta a la necesidad de establecer su lugar en el panorama mundial.

   Para tratar de esclarecer algunas dudas sobre el rumbo que tomará Iberoamérica en el contexto internacional, este jueves se ha celebrado en la Casa de América de Madrid una conferencia en la que varios expresidentes iberoamericanos han tratado de despejar ciertas dudas. Al acto han acudido el expresidente colombiano Ernesto Samper, el ecuatoriano Jamil Mahuad, el uruguayo Luis Alberto Lacalle y el panameño Arístides Royo, que han coincidido en señalar que es imprescindible caminar juntos hacia una integración regional, que respete la diversidad de culturas y de ideologías, pero que sea más fuerte en materia económica.

LUIS ALBERTO LACALLE (URUGUAY)

   Durante su intervención, Lacalle ha destacado que Iberoamérica se enfrenta "a un reordenamiento que se da por la paradoja de que el populismo es una patología que afecta tanto a la derecha como a la izquierda".

   Así, en un vistazo rápido a la región, ha señalado que existen cinco grandes bloques: Brasil, que es "medio continente y una unidad en sí misma", la zona del Río de la Plata, que la conforman Argentina, Uruguay, Bolivia y Paraguay, la zona norte de Sudamérica, compuesta por Venezuela, Colombia y Ecuador y los países pertenecientes a la Alianza del Pacífico, la única alianza con sentido para el expresidente uruguayo y México, Centroamérica y el Caribe por último, que dependen directamente de lo que suceda con Estados Unidos y la tensión por el NAFTA.

   "La alianza del Pacifico ha dado un empujón y es una prueba de inteligencia política, integrando a países de manera económica y comercial, sin ideologías", ha destacado.

   Del mismo modo, ha mostrado su convencimiento de que Paraguay será la próxima potencia en despegar, ya que "ha ingresado en el camino de la prosperidad y la justicia social" y ha reclamado al nuevo presidente colombiano, Iván Duque, que mantenga una rivalidad "sana" con la oposición. Preguntado por Venezuela, se ha limitado a decir que lo que está ocurriendo en el país es "algo patético".

ERNESTO SAMPER (COLOMBIA)

   Precisamente a la paz alcanzada en Colombia tras el acuerdo entre el Gobierno y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) atribuye el expresidente Samper, que también fue hasta el año pasado secretario general de UNASUR, la prosperidad de la región. "Por primera vez Colombia ha votado libremente y en paz y eso es una magnífica noticia para la región", ha resaltado.

   Pese a mostrarse convencido de que llevará varias generaciones reconstruir el tejido social y económico en el país, ha pedido a Duque que, por el bien de la estabilidad de Colombia y la región, continúe "el esfuerzo de construir una sociedad que sepa convivir en la paz".

   En referencia a su visión sobre qué papel debería jugar Iberoamérica en el panorama internacional, el expresidente ha recordado que "además de la paz, ahora podemos ofrecer democracias sólidas". "La democracia es una realidad establecida, excepto alguna preocupante excepción", ha afirmado, para después recordar que las dificultades que está habiendo ahora para gestionar algunas de esas democracias son producto de la crisis económica que la región vive desde 2014. "La mala economía trae mala política", ha asegurado. Asimismo, ha mostrado su preocupación porque los "poderes fácticos como los grupos económicos o los grandes medios de comunicación" están aumentando.

   A su vez, ha mostrado una gran preocupación por la "judicalización de la política", en referencia al encarcelamiento del expresidente de Brasil, Lula da Silva, o el intento de acusación de secuestro al exmandatario ecuatoriano Rafael Correa.

   Así, ha reclamado mayor integración "sin esperar a que China o EEUU nos empiecen a mirar como la novia bonita". "Nosotros mismos debemos trabajar para fortalecer nuestro comercio", ha dicho, haciendo alusión a que en la Unión Europea el comercio entre Estados miembro supone el 67% mientras que en Iberoamérica no alcanza el 20%.

   Por último, Samper ha reclamado a España "su voz" para que refleje "en Europa y frente al mundo una agenda más equilibrada de desarrollo en la que quepan para la región iberoamericana temas como la equidad de género, los derechos humanos o la protección ambiental".

ARÍSTIDES ROYO (PANAMÁ)

   Para el expresidente panameño, el "pecado original" de Iberoamérica es "el nacionalismo". Según sus palabras, en la región no hay vocación integradora, sino que cada uno mira sus propios intereses. "¿Cómo es posible que a día de hoy no se haya encontrado una solución para la salida al mar de Bolivia? ¿Cómo puede ser que no hayamos logrado un consenso para construir una carretera que una Panamá y Colombia?", se ha preguntado.

   Durante su intervención, ha animado a que los países iberoamericanos miren a la Unión Europea y a "todo lo que ha conseguido después de empezar por un pacto por el carbón y el acero".

   Del mismo modo, ha expresado su preocupación por lo que pueda ocurrir con Venezuela. "Aunque no estoy de acuerdo con su Gobierno, no creo que la OEA (Organización de Estados Americanos) deba repetir el bloqueo que impuso a Cuba", ha dicho, tras afirmar que "Venezuela es un pueblo resistente y lo mejor es no perder el hilo del diálogo".

   "Necesitamos encontrar el rumbo para acabar con el nacionalismo exacerbado. Si queremos significar algo en el contexto mundial, mientras sigamos divididos no vamos a llegar nunca a esa unidad que nos permitiría ser un conjunto de naciones más atendido y más respetado por la comunidad internacional", ha concluido.

JAMIL MAHUAD (ECUADOR)

   Durante su turno de exposición, el exmandatario ecuatoriano ha recordado que Iberoamérica "pasó hace años por una máquina trituradora" y que logró volver a la democracia en los años ochenta.

   Aunque ha coincidido con todos los ponentes en asegurar que una unión económica beneficiaría y fortalecería a la región, ha lamentado que "estamos volviendo a un nacionalismo y un proteccionismo económico que nos pondrá serias dificultades para ser un actor de peso como bloque en el mundo".

   Si bien ha reconocido que durante los años del "boom" en los países iberoamericanos se mejoró "enormemente la estructura social de nuestras comunidades", también ha recordado que no podemos perder de vista que estamos en un mundo que funciona en base al comercio internacional".