Mercosur
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   MADRID, 14 Feb. (Notimérica)-

   Desde 1995 el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión Europea (UE) se encuentran negociando para alcanzar un acuerdo de libre comercio. Durante este tiempo han pasado por diferentes etapas, principalmente vinculadas a los modelos de desarrollo implementados en los países del Mercosur --Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay--.

   Sin embargo, no ha sido hasta estos últimos años, con la victoria de Mauricio Macri en Argentina y el golpe parlamentario que llevó a Michel Temer al poder en Brasil, cuando los discursos de uno y otro bloque han coincidido en abrir las puertas a negociar y en ensalzar las supuestas bondades del libre comercio.

   Los cambios en la dirección política y económica de las dos economías más fuertes del Mercosur (Brasil y Argentina) han supuesto un giro radical en la agenda interna como externa del Mercosur. A esto hay que agregar la suspensión por motivos políticos de la participación de Venezuela, la no ratificación por parte del Congreso brasileño de la adhesión de Bolivia y la actitud más conformista con las políticas neoliberales del Gobierno uruguayo liderado por Tabaré Vázquez.

¿QUÉ SE ESTÁ NEGOCIANDO?

   En el acuerdo comercial entre Mercosur y la UE se están negociando las reducciones en contingentes arancelarios para el comercio. Si bien gran parte del acuerdo no es de conocimiento público, según un informe reciente del Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (BID-INTAL), la UE podría alcanzar una cobertura del 90% sin comprometer la liberalización de productos sensibles mientras que el Mercosur debería hacer mayores sacrificios.

   En la oferta presentada en 2016, la UE incrementó el grupo de bienes con desgravación arancelaria inmediata (pasó del 69% al 74%) aunque la mayoría de ellos ya se encontraban desgravados. Como respuesta a esto, excluyó de la negociación una cantidad más importante de bienes que en la oferta previa, lo que disminuyó la cobertura total del 99,7% al 93,3%, según ha informado 'El Cronista'.

   Dentro de los productos excluidos se encuentran aquellos de la oferta exportable del Mercosur como carne vacuna y etanol, tabaco, aceite de girasol y ciertos vinos, que representan casi el 7% de las importaciones de la UE al Mercosur.

   El bloque iberoamericano es visto por la UE como un gran mercado de 260 millones de consumidores según lo anunciado desde la Comisión Europea, lo que supone el quinto mercado más grande del mundo. En las exportaciones del Mercosur hacia la UE predominan los productos de origen agropecuario y minerales de bajo grado de elaboración, mientras que las importaciones desde la UE se concentran productos manufactureros de más alto valor agregado e intensidad tecnológica.

¿QUÉ PUNTOS IMPIDEN EL ACUERDO?

   Por el lado de la Unión Europea, y pesar de su retórica en favor de la globalización neoliberal, ponen una clara limitación a la entrada de productos agropecuarios procedentes del Mercosur.

   La UE mejoró su oferta a un acceso de 99.000 toneladas anuales de carne, desde 70.000 toneladas, aunque no estaba claro si sería libre de aranceles.

   Otro de los sectores donde la Unión Europea actualmente muestra sus reticencias es en la oferta de agrocumbustibles, cuyas cuotas se han visto afectadas por diversas denuncias de dumping dentro de la UE.

   El bloque europeo espera que la propuesta mejorada aliente al Mercosur a abrir más rápido sus mercados a los automóviles y productos lácteos de los países que integran la UE y permita a sus empresas participar en ofertas públicas.

¿QUIÉN GANA Y QUIÉN PIERDE?

   A pesar de no ceder en materia agrícolo-ganadera, la UE presiona por obtener ventajas en áreas de su interés: derechos de propiedad intelectual (en especial, en el sector farmacéutico), servicios (comercio electrónico) y compras públicas, que les permitirían a sus empresas a acceder a licitaciones locales.

   Entre los perdedores potenciales del Mercosur podemos identificar a Pymes (Pequeñas y medianas empresas) y empresas del sector manufacturero, a proveedoras de servicios vinculados a las compras públicas, y a los trabajadores que se desempeñan en esos sectores.

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