PDVSA
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   WASHINGTON, 6 Nov. (Reuters/Notimérica) -

   Las compañías estadounidenses de servicios petroleros se enfrentan en las próximas semanas a la difícil decisión de si continuarán trabajando para la petrolera estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) y a la perspectiva de amortizar cientos de millones de dólares en deudas por facturas vencidas.

   Las compañías de servicios son críticas de Venezuela, que está luchando con una profunda crisis económica marcada por la escasez de alimentos y medicinas. El petróleo representa más del 90% de los ingresos de exportación del país.

   El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, señaló el pasado jueves que el país planea reestructurar unos 60.000 millones de dólares en bonos, lo que se consideró como una posible señal de incumplimiento que podría afectar a otros acreedores.

   La firma de inversiones Torino Capital, que tiene su sede en Nueva York, calcula que además de los bonos, Venezuela debe unos 26.000 millones de dólares a otros acreedores y 24.000 millones de dólares en préstamos comerciales.

   Las empresas de servicios petroleros ahora deben poner en la balanza la perspectiva de trabajo en el país sudamericano miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) frente al riesgo de tener que asumir amortizaciones. Varias ya han tenido que depreciar abruptamente el valor de pagarés que han recibido por trabajos en Venezuela.

   Los proveedores con facturas vencidas incluyen a compañías de servicios para campos petroleros, operadores de instalaciones de almacenamiento y empresas navieras. Todos desempeñan un papel clave para mantener el flujo de petróleo a los mercados mundiales.

   La estadounidense Halliburton Co tiene unos 727 millones de dólares invertidos en Venezuela, incluidos 429 millones de dólares en facturas pendientes, según su informe financiero más reciente.

   Schlumberger tiene alrededor de 700 millones de dólares en riesgo, incluyendo cuentas por cobrar y un pagaré por trabajos anteriores. Weatherford International tiene al menos 158 millones de dólares en facturas pendientes y Baker Hughes tiene cuentas por cobrar e inventarios valorados en 100 millones de dólares, según sus más recientes informes financieros.

   El retraso de PDVSA para pagar a los buques petroleros aumentó recientemente, ya que se dio prioridad a los compromisos con los inversores en bonos sobre los proveedores, según transportistas y una fuente de PDVSA. La compañía también está perdiendo otros proveedores de servicios por la falta de puntualidad en los pagos.

   El reducido acceso a la infraestructura para mezclar y enviar petróleo ha contribuido a las menores exportaciones de crudo de PDVSA, que cayeron a 1,47 millones de barriles por día (bpd) en el tercer trimestre, un 9,7% menos que en el mismo período de 2016, según datos de Reuters.

   "Han sacrificado las operaciones de la compañía para pagar a los tenedores de bonos", dijo la fuente de PDVSA.

NOTAS Y PROMESAS

   Después de recibir pagarés de Venezuela a principios de este año a cambio de 375 millones de dólares en deudas, Halliburton asumió un cargo de 262 millones de dólares por la deuda. La empresa ya no postula a nuevos trabajos en el país, dijo una fuente cercana al asunto.

   "No tenemos la intención de aceptar más pagarés como pago si se ofrecen", indicó la compañía en una presentación al regulador el mes pasado.