Actualizado 05/03/2015 19:17

RESUMEN-Un optimista BCE se prepara para imprimir dinero la próxima semana

* Alivio cuantitativo será lanzado el 9 de marzo

* BCE eleva previsiones de crecimiento para 2015 y 2016

* Inflación se acercaría a la meta en 2017

* Aumento de asistencia de emergencia para bancos griegos

Por John O'Donnell y Balazs Koranyi

NICOSIA/FRÁNCFORT, 5 mar, 5 Mar. (Reuters/EP) -

- El Banco Central Europeo dijo que comenzará a imprimir dinero para comprar bonos el lunes y entregó un panorama económico robusto que haría difícil extender el plan más allá de su previsto término en septiembre del 2016.

El BCE se embarca en el programa de alivio cuantitativo con la expectativa de que la inflación de la zona euro avance desde niveles por debajo de cero hacia su meta cercana pero inferior al 2 por ciento, y para ayudar a impulsar las economías en los 19 miembros del bloque monetario.

El organismo, que dejó sus tasas de interés sin cambios en mínimos históricos apenas arriba de cero por ciento en su encuentro del jueves en Chipre, subió también su proyección de crecimiento al 1,5 por ciento para este año, desde el 1,0 por ciento que anticipó en diciembre.

Además, ahora se proyecta que la inflación avance del cero por ciento de este año a un 1,8 por ciento en el 2017, lo que la pondría en línea con el objetivo del banco de cerca pero por debajo del 2 por ciento.

"Si esas proyecciones tan optimistas se cumplen, ciertamente no habrá más alivio cuantitativo después de septiembre del 2016", dijo el economista del banco Berenberg Christian Schulz. "De hecho, el BCE debería comenzar a discutir la normalización de la política monetaria en algún momento".

El banco tiene un largo trecho por delante para convencer a los mercados de que sus planes serán efectivos. Solo la mitad de los economistas encuestados por Reuters creen que las compras de bonos favorecerán un avance de la inflación hacia la meta y la mitad creen que las adquisiciones se extenderán.

El banco central de la zona euro ha dicho que comprará 60.000 millones de euros al mes hasta septiembre de 2016 o hasta que la inflación se eleve de nuevo hacia su meta.

Economistas e inversores han cuestionado si el BCE podría acelerar o extender las compras de bonos si la inflación no logra acelerarse desde por debajo de cero por ciento hacia el objetivo.

Un análisis de sondeos de Reuters muestra que más de la mitad de los reportes de datos económicos más importantes de la zona euro desde el inicio del año han superado el consenso de las previsiones y muchos han excedido las estimaciones más altas.

Alemania, la mayor economía europea, ha liderado el camino.

"De cara al futuro, se espera que la recuperación económica se amplíe y fortalezca gradualmente", dijo el presidente del BCE, Mario Draghi, en conferencia de prensa.

Ya hay señales tentativas de que la inflación, actualmente en -0,3 por ciento, tocó fondo.

La lectura de febrero superó las expectativas. Aparte, los precios del crudo se recuperaron de los mínimos de enero, el crecimiento se acelera y el euro registró el mínimo en 11 años contra el dólar, alentando las esperanzas de una mayor inflación importada.

"Los riesgos que rodean al panorama económico para el área del euro siguen apuntando a la baja pero han disminuido después de decisiones recientes de política monetaria y de la caída de los precios del petróleo", dijo Draghi.

Además, el BCE desea seguir alejado del debate político sobre el futuro de Grecia y Draghi indicó que no habilitará un pedido de Atenas para que se le permita emitir más deuda de corto plazo a fin de atender sus problemas de financiamiento.

Pero sostuvo que el BCE había aumentado la suma de un programa crediticio de asistencia conocido como ELA por sus siglas en inglés, que el banco central griego podría extender a los bancos del país.

La anticipación al programa de alivio cuantitativo ha llevado a la baja los costos del endeudamiento de la zona euro, al punto en que España puede vender deuda a 10 años por debajo del 1,3 por ciento y los inversores, de hecho, le pagan a Alemania por el privilegio de comprar sus bonos.