Actualizado 16/09/2017 07:14

El semáforo que permite medir 'la pobreza escondida' en Iberoamérica

Pobreza escondida Iberoamérica
NOTIMÉRICA

   MADRID, 16 Sep. (Notimérica) -

La pobreza no solo es una cuestión monetaria, pues para determinar si una persona es pobre o no hace falta utilizar indicadores socioemocionales que detecten las necesidades de las personas e identifiquen estrategias personalizadas para cubrir dichas carencias, así lo propone la Fundación Paraguaya, en colaboración con el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y la Iniciativa sobre Pobreza y Desarrollo Humano de Oxford (OPHI).

   Como metodología se ha implementado el semáforo de eliminación de la pobreza que permite a las propias familias trazar su mapa de pobreza a través de 50 indicadores y diseñar e implementar planes para salir de ella.

A partir de esto, cada familia evalúa mediante un patrón de colores, verde para situaciones de no pobreza, amarillo para pobreza y rojo para pobreza extrema, su situación en seis aspectos: ingresos y empleo, salud y medioambiente, vivienda e infraestructura, educación y cultura, organización y participación e interioridad y motivación.

   Por ejemplo, una familia marcará el rojo si solo puede acceder a agua potable tras ir a buscarla a un río o arroyo. El amarillo será la opción elegida si se tiene cerca un pozo y el verde será el color de los que cuenten con un grifo de agua potable en casa.

   Con las respuestas de la encuesta se diseña un plan de acción, ya que de acuerdo a la cantidad de rojos, amarillos o verdes se puede identificar el nivel de necesidad. Una persona puede no ser pobre en cuanto a ingresos y sin embargo, no contar con ahorros o una cobertura sanitaria eficiente.

   

Este método se ha implantado en 20 países de Iberoamérica, África y Asia. Solamente en Paraguay ha ayudado a 3.285 familias a salir de una situación de escasez extrema. "Tardé 20 minutos en completar la encuesta y ahora sé qué significa no ser pobre y no es tan difícil de lograr", asegura Zelma, una microempresaria de la ciudad sudafricana de Ciudad del Cabo, cuyo testimonio recoge la fundación.

DIMENSIONES FALTANTES

   El informe 'Dimensiones faltantes en la medición de la pobreza', elaborado por CAF y OPHI, destaca seis dimensiones faltantes en la medición de la pobreza que resultan importantes según las experiencias de las personas necesitadas, pero que en gran medida no se han tenido en cuenta en los trabajos cuantitativos a gran escala realizados sobre pobreza y desarrollo humano.

   Dichas dimensiones incluyen: empleo (con énfasis en calidad), empoderamiento, seguridad física, habilidad de ir por la vida sin vergüenza, conectividad social y bienestar subjetivo y psicológico.

   Esta última no es estrictamente una dimensión de pobreza puesto que las personas que carecen de bienestar subjetivo y psicológico podrían no ser consideradas pobres, lo que tiene consecuencias para las políticas públicas, sin embargo, se podría aplicar como herramienta de análisis, según indica el informe.

   De acuerdo al estudio, una métrica más integral de pobreza, permite introducir nuevos criterios y elementos para definir políticas públicas y acciones novedosas que mejoren la calidad de vida de los más desfavorecidos, ya que la brecha entre los problemas y las soluciones propuestas es cada vez más grande.