QUITO, 15 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha admitido este lunes que le espera "una semana dura" debido a la marcha opositora convocada para este miércoles en Quito para protestar por su intención de legalizar la reelección indefinida, y ha pedido el apoyo de sus simpatizantes.
"Va a ser una semana dura. Algunos nos quieren devolver al pasado, con la impúdica complicidad de ciertos medios", ha dicho el jefe de Estado a través de su cuenta oficial en la red social Twitter.
Correa ha considerado que "es el mundo al revés" porque son "los eternos dirigentes sindicales" oponiéndose, no solo a la reelección presidencial, sino también "a las políticas laborales del Gobierno".
"Pero somos más, somos muchísimos más. Todos a repletar este miércoles la Plaza Grande con canciones y alegría. No permitiremos que los mismos de siempre y eternos perdedores en las urnas nos roben la patria nueva. Hasta la victoria siempre", ha arengado.
Varios sindicatos, así como asociaciones de estudiantes y los partidos políticos Frente Popular y Asamblea de los Pueblos del Sur han anunciado que marcharán este miércoles por Quito en rechazo de la reelección presidencial, de la reforma laboral y del aumento de las tarifas del transporte público, entre otras cosas.
Correa ha anunciado recientemente que impulsaría una reforma constitucional para permitir la reelección indefinida de los cargos públicos, incluido el de presidente, lo que le permitiría seguir en el poder más allá de 2017, cuando expira su mandato.
Esta decisión ha suscitado una ola de críticas porque, tras ser reelegido en 2013, aseguró que sería su último mandato. Correa ha justificado este cambio de opinión por la necesidad de defender "la revolución ciudadana" que ha impulsado.
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