Actualizado 29/05/2014 17:51

Destacados científicos defienden los cigarrillos electrónicos ante la OMS

* Les preocupa que la OMS vea al cigarrillo electrónico como una "amenaza"

* Clasificación como producto del tabaco reduciría su uso

* Expertos señalan que es "parte de la solución" al tabaquismo

* Críticos dicen su seguridad es incierta y puede aumentar adicción

Por Ben Hirschler

LONDRES, 29 mayo, 29 May. (Reuters/EP) -

- Un grupo de 53 científicos destacados advirtió a la Organización Mundial de la Salud (OMS) en contra de clasificar los cigarrillos electrónicos como productos del tabaco, ya que creen que hacerlo pondría en riesgo una importante oportunidad para reducir las enfermedades y muertes causadas por el tabaquismo.

La agencia de Naciones Unidas, que actualmente está evaluando su posición sobre el asunto, ha indicado anteriormente que estaría a favor de la aplicación de restricciones similares a las que rigen sobre todos los productos que contienen nicotina.

En una carta abierta a la directora general de la OMS, Margaret Chan, los científicos de Europa, Norteamérica, Asia y Oceanía argumentaron que los productos de bajo riesgo como los cigarrillos electrónicos son "parte de la solución" en la lucha contra el tabaquismo, no parte del problema.

"Estos productos podrían estar entre las innovaciones de salud más importantes del siglo XXI; salvando, tal vez, cientos de millones de vidas. Debe resistirse el deseo de controlarlos y suprimirlos como productos derivados del tabaco", escribieron los expertos.

Documentos filtrados de una reunión anterior en noviembre sugieren que la OMS considera a los cigarrillos electrónicos como una "amenaza" y quiere clasificarlos de la misma manera que los productos tradicionales de tabaco, en virtud del Convenio para el Control del Tabaco.

Esto ha generado alarma entre un número de expertos médicos, y en la creciente industria del cigarrillo electrónico. Un total de 178 países son parte de la convención internacional y están obligados a aplicar las medidas que establece, siendo Estados Unidos el país no firmante más notable.

Clasificar a los cigarrillos electrónicos igual que a los cigarrillos normales empujaría a los países a tomar medidas duras para restringir la demanda, incluyendo aumentar impuestos, prohibir la publicidad, introducir advertencias de salud y frenar el consumo en lugares públicos.

El uso de los cigarrillos electrónicos, que emplean cartuchos a pila para producir un vapor inhalable con nicotina, se ha disparado en los últimos dos años y los analistas estiman que la industria tuvo ventas mundiales aproximadas de 3.000 millones de dólares en 2013.

Sin embargo, estos dispositivos generan mucha controversia porque son tan nuevos que no hay pruebas científicas a largo plazo que justifiquen su seguridad.

Muchos temen que puedan ser una "puerta de entrada" para la adicción a la nicotina y a fumar tabaco, a pesar de que los expertos dicen que "no están al tanto de ninguna evidencia creíble que soporte esta conjetura".

En respuesta a la carta de los científicos, Penny Woods, presidenta ejecutiva de la Fundación Pulmonar Británica, dijo: "El impacto global de la utilización del cigarrillo electrónico en la salud pública no está claro en la actualidad".

"Aunque podrían llegar a ser una herramienta importante para dejar de fumar, la falta de regulación de los cigarrillos electrónicos es problemática", añadió Woods.