Actualizado 30/05/2014 12:43

California incluirá avisos sobre obesidad y diabetes en bebidas azucaradas

Bebidas Azucaradas
Foto: SMC/WIKIMEDIA COMMONS

MADRID, 30 May. (Reuters/EP) -

   El Senado de California (Estados Unidos) ha aprobado un proyecto de ley por el que se insta a incluir en las etiquetas de bebidas azucaras avisos sobre obesidad, diabetes y caries dental, con el objetivo de persuadir a la población sobre los peligros que tiene la ingesta continuada de estas consumiciones.

   Ahora la medida debe ser aprobada en la Asamblea estatal por parte del gobernador Jerry Brown, aunque es probable que genere diversos enfrentamientos entre los miembros de la cámara como ya ha ocurrido con los debates sobre la comida 'basura', la industria de las bebidas y los funcionarios de salud pública.

   No obstante, si finalmente se aprueba este proyecto de ley, California, que ya prohibió en 2005 los refrescos azucarados y la comida con alto contenido en grasas en las escuelas públicas, se convertiría en el primer estado que frena el consumo de bebidas calóricas, las cuales, a juicio de los médicos, son responsables de la "epidemia" de la obesidad infantil.

   "El azúcar líquido es en gran parte responsable de las actuales cifras de obesidad, diabetes y caries dental. Algunas personas acusan a esta iniciativa de ser el capricho del Gobierno pero es el Ejecutivo el responsable de proteger la salud pública y la seguridad de los ciudadanos", ha aseverado el senador estatal y autor de la iniciativa, Bill Monning.

   De hecho, en el año 2012, el exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg prohibió en toda la ciudad la venta de bebidas azucaradas de gran tamaño, la cual fue declarada ilegal después de que los fabricantes de refrescos y un grupo de empresarios hosteleros presentaran un recurso judicial.

   No obstante, la Asociación Americana de Bebidas ha avisado de que poner advertencias en las bebidas azucaradas no conseguirá cambiar las conductas de la población, ni les enseñará estilos de vida saludables. Por ello, ha asegurado que "lo último" que necesita California es poner "más etiquetas de advertencia".