Actualizado 27/07/2014 12:41

Gobierno mexicano asumiría parte de la deuda de Pemex y CFE

El Gobierno de México propuso el lunes contratos de utilidad compartida con la p
Foto: EDGARD GARRIDO / REUTERS

MEXICO DF, 26 Jul. (Reuters/EP) -  

   Diputados de México han aprobado este viernes la modificación de una ley con la que se busca que el Gobierno asuma parte de la abultada deuda  de las principales empresas generadoras de energía, como parte de un paquete de reglas que pondrán en marcha una histórica reforma al sector.

   El dictamen, avalado en comisiones con 43 votos a favor y 17 en contra, establece que el Gobierno podría hacerse cargo de una tercera parte del pasivo laboral de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), con la condición de que modifiquen sus sistemas de pensiones.

   Otra tercera parte de la deuda tendría que ser asumida por las empresas y el resto renegociada. El pasivo laboral de las empresas suma alrededor de 2 billones de pesos (unos 155.000 millones de dólares),  equivalente a 12 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con cálculos de legisladores.

   "La realidad es que hoy hay un riesgo muy grande y de inviabilidad en el sistema de pensiones de Pemex y esta es una opción para darle viabilidad a futuro al sistema de pensiones", ha dicho el diputado Rubén Camarillo, del conservador Partido Acción Nacional (PAN).

   Legisladores de izquierda criticaron duramente la medida, que aseguran elevará sustancialmente el peso de la deuda pública del Gobierno, que hasta el cierre de 2013 representaba cerca de un 30 por ciento del PIB.

   "(Con esta operación) se está consolidando el más grande saqueo energético, económico y estratégico del país", ha comentado durante el debate el diputado Ricardo Mejía, del izquierdista Movimiento Ciudadano.

   El proyecto fue enviado al pleno de la Cámara Baja, que se reunirá a partir del lunes para discutir otros seis dictámenes con el resto de las leyes secundarias de la polémica reforma energética, con la que el Gobierno busca impulsar la producción de hidrocarburos, abriendo el sector a la industria privada.

   La reforma energética es la piedra angular de un paquete de cambios estructurales con los que el presidente Enrique Peña Nieto promete apuntalar el crecimiento de la segunda mayor economía de Latinoamérica, que este año podría crecer un 2,7 por ciento, muy por debajo de su potencial.