Actualizado 18/04/2014 09:40

Muere a los 86 años la bailarina e investigadora mexicana Lin Durán

Muere Lin Durán, bailarina mexicana
Foto: CONACULTA

MÉXICO DF, 18 Abr. (Notimérica/EP) -

   La bailarina e investigadora mexicana Lin Durán, fundadora de la primera escuela para la formación de coreógrafos, murió este miércoles, 16 de abril, a la edad de 86 años, informó el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).

   Considerada "el cerebro de la danza en México" y forjadora de instituciones como la Escuela Nacional de Danza Contemporánea de Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y las Escuelas Vocacionales de Arte, Durán nació en Chihuahua en 1928.

   "Para Lin Durán no sólo se trata de bailar bien sino formar buenos coreógrafos, que la danza tenga qué decir, decirlo bien y decirlo con toda la energía y cualidades que tiene la expresión dancística. Sus clases salían de lo convencional porque eran pensadas y hechas para coreógrafos, es decir, para quienes se van a expresar a través de la danza", explicó la maestra Tania Álvarez como parte de un homenaje realizado en junio del 2013.

   "En sus clases, ella soltaba frases y el peso de sus palabras uno lo iba descifrando con el paso del tiempo, la capacidad de síntesis para soltar conocimiento en una frase es algo que no había experimentado. Esa capacidad jamás la había visto en alguien", comentaba Elizabeth Cámara, directora del Cenidi (Centro de Documentación, Investigación e Información de la Danza) "José Limón".

   La coreógrafa y bailarina Jenet Tame explicó que el pensamiento de Lin Durán siempre estuvo preocupado por cómo integrar a los bailarines en libertad para desencadenar la imaginación y ser la semilla para cualquier proyecto coreográfico. "En un mundo exigente y demandante para el bailarín, uno se sentía valorado y respetado", señaló Jenet Tame.

   A su vez, la maestra Jane Haw describió el sentido de armonía y sabiduría al trabajar de cerca con la integrante de la Academia Mexicana de la Danza. "Lo hizo divertido y fácil, tenía ideas claras, su manera era hacerte sentir bien. Tenemos recuerdos llenos de sensaciones, imágenes, música, sus ojos que te sonreían, la apreciación positiva, un reconocimiento y por supuesto, mucho de qué bailar. Me enseñó su pasión por la reflexión, el valor que tiene el proceso del cambio, cómo es la experiencia del otro y la importancia de lo que uno puede llegar a valorar".

   Finalmente, Ofelia Chávez, directora de la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea del INBA, destacó que Lin Durán poseía una visión de la totalidad (parte de su impulso creador), aunado a una mente de capacidad extraordinaria de reflexión, análisis y síntesis que se traducía en un discurso  rápido y conciso.

PASIÓN TEMPRANA

   A temprana edad, Lin Durán mostró su pasión por la danza e inició en 1945 sus estudios artísticos, con los maestros Seki Sano (1905-1966) y Guillermina Bravo (1920-2013).

   Además de ser parte del Ballet Waldeen y de la Academia de la Danza Mexicana, actúo con el Ballet Nacional de México, dirigido por Guillermina Bravo y Josefina Lavalle (1924-2009).

   Como bailarina participó en los montajes "La pastorela", "La iniciada", "En la boda", "El bautizo", "Fuerza motriz", "Carta a las madres del mundo", "Guernica", "La nube estéril", "El amor amoroso", "Juan Calavera" y "Corrido del Sol".

   Paralelo a su actividad dancística, se desempeñó como cronista y crítica de danza, además de escribir en publicaciones como el suplemento cultural de "Ovaciones", la revista "Política" y en "La Revista de la Universidad".

   El Cenidi-Danza, del que fue directora, ha publicado sus libros "La humanización de la danza", "Manual del Coreógrafo" y "Caleidoscopio de la forma artística".

   En 1983 se encargó del área de danza de la recién formada Subdirección General de Educación e Investigación Artísticas del INBA y propuso la creación de las Escuelas Vocacionales de Arte (EVA).

   Como maestra se desarrolló en la Academia de la Danza Mexicana y en el seminario de Danza Contemporánea.

   Algunas de sus alumnas destacaron el legado de su mentora en junio de 2013, durante un homenaje organizado por el Centro de Investigación Coreográfica del INBA.