Actualizado 08/04/2014 10:39

Revelan la vida de pobladores prehispánicos a través de sus huesos

Calavera y cara de individuo prehispánico en México
Foto: INAH

MÉXICO DF, 8 Abr. (Notimérica/EP) -

   El antropólogo físico Jorge Cervantes Martínez ha descubierto aspectos de las condiciones de vida, salud, dieta, patologías, modificaciones corporales y costumbres funerarias de los antiguos pobladores de Guerrero (México), de la época prehispánica, a través del estudio de 198 individuos hallados en tumbas de diversas regiones de ese estado.

   El estudio revela que las condiciones de vida y salud de estas poblaciones eran similares a las actuales en cuanto al clima, con temperaturas altas y sequía, lo que provocaba la escasez de agua en ciertas temporadas, y el surgimiento de infecciones gastrointestinales.

   Así se desprende de un estudio realizado por el especialista del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) a partir del inventario, la catalogación y restauración del material óseo resguardado en el Centro de este instituto en Guerrero.

   En total, el antropólogo ha registrado 22 colecciones óseas de restos de 198 individuos hallados en tumbas de diversas regiones de Guerrero, tanto de la Costa Chica como de la Costa Grande, la Montaña, las regiones Norte, Centro y la ciudad de Chilpancingo.

   Respecto a la antigüedad de los restos, obtenida por el tipo de cerámica que se encontró asociada a los mismos, el experto señaló que los procedentes de la Costa datan del periodo Preclásico (1200-200 a.C.), y pertenecen al grupo cultural denominado 'yopes', mientras los recuperados en el centro de Chilpancingo son del Clásico Temprano (200-650 d.C.) y corresponden a los 'cohuixcas'.

   De manera paralela al análisis osteológico, que permitió ver aspectos de modificación corporal en varios individuos (deformación craneal y limado dental), también se realizó un estudio bioantropológico, a fin de confrontar la información de tipo óseo con la arqueológica y etnohistórica.

   En ese sentido, una de las referencias históricas fue el Códice Tudela (siglo XVI), donde se aprecian imágenes de personas con deformación craneal y varias láminas que abordan el tratamiento mortuorio, según ha informado el INAH.

   Jorge Cervantes Martínez, también maestro en antropología social, se refirió a cinco entierros que proceden de la Zona Arqueológica de Ixcateopan, dos de los cuales presentan exposición al fuego, lo que significa que fueron incinerados, costumbre funeraria característica del Posclásico Tardío (1200-1521 d.C.) y de clara influencia mexica.

   Asimismo, se encontraron varias tumbas de tipo sótano, parecidas a las tumbas de tiro de Occidente, que tienen un tiro como si fuera un pozo y en los extremos una pequeña cámara donde sepultaban a los difuntos. Las de sótano se caracterizan por tener el tiro y en el centro una cámara. Hay algunas imágenes en el Códice Florentino (siglo XVI) alusivas a este ritual.

ENFERMEDADES

   En cuanto a las características de sexo y edad, el 52% de los restos óseos corresponden a mujeres y el 48% a hombres, y sólo un individuo tiene entre 35 a 40 años, lo que significa que la esperanza de vida no iba más allá de los cuarenta.

   El especialista agregó que las condiciones de vida y salud de estas poblaciones eran similares a las actuales en cuanto al clima, con temperaturas altas y sequía, lo que provocaba la escasez de agua en ciertas temporadas, y el surgimiento de infecciones gastrointestinales.

   La huella de dichas enfermedades que ocasionaban constantes diarreas quedó marcada en las tibias, huesos indicadores de un estrés episódico caracterizado por estrías en la superficie ósea.

   También el estudio de los huesos permitió identificar enfermedades relacionadas con el patrón nutricional, ya que el alto consumo de maíz en las regiones del Norte y Centro generó la presencia de caries, mientras que en los habitantes de la Costa es mucho mayor la concentración de cálculo dental debido a la ingesta de proteína de tipo animal, como peces y mariscos, y las propiedades minerales del agua que consumían.

   Un dato curioso mencionado por el antropólogo fue la identificación de un caso de gota en un individuo del sitio El Embarcadero, ocasionado muy probablemente por el excesivo consumo de alimentos marinos, lo cual resulta interesante pues hasta la fecha ha sido escasamente detectada esta enfermedad en restos óseos.

   Más allá de estas patologías, no se encontró alta frecuencia de enfermedades, "sólo algunos traumatismos en cráneos y fracturas en extremidades superiores, que seguramente tuvieron que ver con actos de defensa, y  propiciaron infecciones. Otro caso común han sido las infecciones localizadas en talón y peroné, heridas seguramente provocadas en caminatas por terrenos difíciles", explica el experto.