Actualizado 23/05/2012 15:40

Perú.- Un informe concluye que la muerte de 877 delfines en las costas peruanas se debió a causas naturales


LIMA, 23 May. (EUROPA PRESS) -

La muerte de al menos 877 delfines en las costas del norte de Perú entre febrero y abril pasado se debió a causas naturales y no a algún tipo de bacteria, virus o actividad humana, ha revelado un informe del Instituto del Mar del Perú.

La ministra de la Producción del país sudamericano, Gladys Triveño, ha explicado que, de acuerdo con el documento, los delfines enfrentan procesos de selección natural en los que sobreviven solo los más aptos.

"Sucede periódicamente, no es la primera vez. Ha pasado en Nueva Zelanda, Australia y otros países. No hay que buscarle una causa que no es", ha indicado la ministra, informó la agencia de noticias Andina.

De esta forma, Triveño ha descartado la tesis de la Organización Científica para Conservación de Animales Acuáticos, que atribuyó las muertes a la exploración petrolera en el mar.

El estudio del Instituto del Mar señala expresamente que "esta mortandad no se encuentra asociada con actividades humanas, al menos de manera directa, constituyéndose en un evento fortuito producto de causas naturales".

También concluye que no hay relación directa entre los fallecimientos y las exploraciones sísmicas petroleras realizadas en la región de Tumbes (noroeste), y puntualiza que el deceso no se debió a falta de alimento, interacciones con pesquerías, envenenamiento por pesticidas, infecciones bacterianas o por virus, intoxicación por biotoxinas ni contaminación por metales pesados.

Asimismo, sobre los 4.450 pelícanos muertos hallados entre abril y comienzos de mayo en el litoral peruano, Triveño ha explicado que los estudios realizados descartan la presencia de un virus y apuntan hacia la falta de alimento como causa de los decesos.

En ese sentido, ha explicado que el incremento de la temperatura del mar originó la disminución de los peces anchoveta, el principal alimento de los pelícanos.

Además, ha referido que los ejemplares muertos eran en su mayoría jóvenes que no tenían mucha experiencia para conseguir alimento.