Publicado 31/08/2015 14:15

El abrazo de los obispos de la frontera de Colombia y Venezuela

   BOGOTÁ, 31 Ago. (Notimérica) -

   La Iglesia Católica no es ajena al conflicto que viven Colombia y Venezuela tras el cierre de la frontera entre ambos países por decisión del mandatario venezolano, Nicolás Maduro.

   Así, los obispos de San Cristóbal (Estado Táchira), Monseñor Mario Moronta, y de Cúcuta (Norte de Santander), Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, recordaron el pasado viernes los lazos de unidad que existen en esta frontera de 2.219 kilómetros, considerada la más viva de Latinoamérica.

   Con un abrazo y una oración por la reconciliación y superación de la difícil situación que vive la zona fronteriza de Colombia y Venezuela, los prelados exhortaron a los presidentes de los dos países a un diálogo fraterno "en el que lo más importante sea las personas".

   "Es urgente que nuestros gobernantes se sienten a hablar y a buscar una solución con gran dignidad para ambos pueblos, buscando el beneficio de nuestros ciudadanos: venezolanos y colombianos (...) En este momento, todos tenemos que sembrar paz, esta es una única patria, unida históricamente", señaló Monseñor Ochoa, quien también pidió a autoridades venezolanas favorecer la unificación familiar.

   Por su parte, Monseñor Mario Moronta exhortó a colombianos y venezolanos, tanto a autoridades como a población en general, a dejar de lado las descalificaciones y los insultos, "esto no es cristiano"; además, "este es un solo pueblo con 2 apellidos, Colombia-Venezuela/ Venezuela-Colombia", subrayó el obispo.

   El encuentro de ambos jerarcas de la Iglesia Católica se llevó a cabo en el puente Internacional Simón Bolívar, que desde la semana anterior se mantiene cerrado afectando tanto social como económicamente a las familias de la zona.

   Ello ha provocado la deportación de más de 1.088 colombianos y la migración de cerca de 6.000 por presiones del gobierno venezolano, lo que ha generado crisis humanitaria en Cúcuta y distintas ciudades fronterizas, señaló en su vez la Conferencia Episcopal de Colombia.