A woman places "President" stickers on ballot boxes, as a polling station is set
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   SANTIAGO, 17 Nov. (Notimérica) -

   Desde que en 2012 se implementó el voto voluntario en Chile, las altas cifras de abstención electoral se han convertido en un problema en el país por lo que se teme cómo esto pueda afectar a las próximas elecciones presidenciales que se celebrarán el próximo domingo 19 de noviembre.

   La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, es consciente de las altas cuotas de abstención en el país por lo que indicó durante un acto celebrado este jueves que "la abstención no le hace bien a la democracia. Ejerzamos ese derecho ciudadano, después de tantos años sin derecho a votar. Hoy lo podemos hacer y más de 40.000 personas lo harán desde el extranjero".

   El alto índice de abstención marcó un punto de inflexión en 2016, año en el que durante las elecciones municipales se produjo la cifra más alta de abstención de la historia de los procesos electorales chilenos desde que se instaló la democracia en 1990. Con un padrón de más de 14 millones de personas, sólo votaron 7,8 millones lo que representó el 65% de abstención electoral.

   "Hay personas a las que les gustaría votar pero el local de votación les fue asignado muy lejos de donde viven, o hay familias donde todos sus integrantes votan en lugares distintos y no tienen los recursos económicos para pagar todos los viajes de ida y de vuelta", indicó el experto electoral Axel Callis al periódico digital 'Sputniknews'.

   Por el momento, ocho candidatos se debatirán su puesto en el Palacio de la Moneda sin saber si el fantasma de la abstención hará acto de presencia en las elecciones del próximo domingo 19 de noviembre.