SANTANDER (España), 10 Jul. (Notimérica/EP) -
El siglo XX ha sido un siglo corto, un siglo en el se pasó, en apenas un año, de la 'Belle époque' a la primera Guerra Mundial, un siglo marcado por contrastes y pequeños progresos, pero también por las dos guerras más mortíferas de la historia de la humanidad.
El siglo XXI, en cambio, viene promovido por la necesidad de unificar países, de eliminar barreras, así como de liberalizar el comercio entre ellos, algo que varios estados han llevado a cabo por su cuenta ya que el intento de hacerlo a nivel mundial con la creación de la Organización Mundial de Comercio en el año 1995 no ha funcionado.
Es en este contexto en el que el expresidente de Chile, Sebastián Piñera, ha hecho una reflexión sobre el nuevo y creciente rumbo de Iberoamérica, una región en pleno desarrollo pero que, sin embargo, vive sus propias diferencias internas, lo que ha conducido a sus países a crear diferentes alianzas para favorecer el crecimiento.
Según Piñera, que ha participado en un encuentro sobre empresas multilatinas, organizado por la Fundación Iberoamericana Empresarial,
las tres alianzas principales que el mundo "ha realizado por su cuenta" son la Alianza Transatlántica, la Alianza del Pacífico y la Alianza asiática.
"El nuevo mundo ha surgido de la revolución de la información y de la comunicación y ya no existe el concepto de centro y periferia porque, hoy en día, el mundo está muy globalizado y lleno de oportunidades para aquellos que quieren tenerlas", señaló.
En 1950, el comercio mundial no existía, y entre 2000 y 2013 se ha visto triplicado, a pesar de las dificultades.
VISIÓN COMPARTIDA
Tras varios intentos fallidos pero llenos de buenas intenciones, surgió la Alianza del Pacífico en 2012 --conformada por Chile, Colombia, México y Perú-- con el fin de integrar a estos países lo antes posible a este mundo globalizado. "Nació de una visión compartida de un modelo de desarrollo económico y de una democracia sin apellidos", explicó Piñera.
El exmandatario chileno ha señalado que esta alianza representa la octava economía mundial y ya ha despertado el interés de otros países porque no sólo juega un papel importante a nivel público, sino tamién en el sector privado.
Los objetivos de este acuerdo, gestionado sin instituciones
--únicamente por los mandatarios de los países que lo integran-- son "la ampliación de los ámbitos de libertad, la ampliación de los ámbitos de equidad y el fomento del progreso de los países".
Aunque, como ha manifestado Piñera, "la integración comercial de los países debería hacerse a nivel mundial", la Alianza del Pacífico se está insertando dentro de este mundo que busca el camino de la unificación.
"Esta alianza tiene una experiencia joven y exitosa, pero en poco tiempo ha dado muchos frutos y tiene que seguir avanzando en muchos frentes para que no se caiga la autocomplacencia", explicó el exdirigente.
GLOBALIZACIÓN, PERO SIN PERDER LA IDENTIDAD
Para Piñera, la globalización es algo positivo porque cree "en un mundo sin fronteras, no en un mundo que se esconde entre cortinas" ya que los problemas que afronta el mundo hoy en día, como el cambio climático o el terrorismo, "no son problemas que puedan resolver los países sólos, sino que se necesita una conexión".
Sin embargo, la globalización "no puede darse a costa de perder la identidad de los países, lo que es propio de cada uno", por eso la filosofía de la Alianza del Pacífico es que los estados miembros "no pierden su autonomía pero sí se benefician de los avances", añadió.
Al finalizar su encuentro, Sebastián Piñera ha afirmado que para ser parte de una alianza "todos los países tienen que cumplir las normas, y Europa no lo hizo", por lo que en momentos de problemas, no siempre se han apoyado entre ellos.