MADRID, 15 Oct. (EUROPA PRESS/Notimérica) -
La organización Amnistía Internacional ha manifestado su "profunda preocupación" por la vuelta a prisión de la activista indígena argentina Milagro Sala, condenada a tres años de cárcel en suspenso por instigar un escrache.
Sala volvió a ingresar este sábado en la cárcel de Alto Comedero, en Jujuy, en el noroeste de Argentina, de donde había salido hace 44 días para cumplir prisión domiciliaria.
"Amnistía Internacional manifiesta profunda preocupación por la ilegalidad del procedimiento dispuesto por la justicia jujeña que determinó que Milagro Sala volviera al Penal de Alto Comedero", ha señalado la organización a través de su cuenta en Twitter.
La activista argentina fue detenida en 2016 por un escrache realizado en 2009 al gobernador de la provincia de Jujuy, Gerardo Morales, cuando éste sólo era senador nacional. Sala está acusada de presunto fraude al Estado, extorsión, asociación ilícita, tentativa de homicidio y lesiones gravísimas.
Los jueces Pablo Puellen Llermanos y Gastón Mercau habían resuelto otorgarle el beneficio de la prisión domiciliaria tras la petición de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que en una resolución había recomendado un cambio en las condiciones de detención.
Sin embargo, la Cámara de Apelaciones de Jujuy aceptó el 29 de septiembre un recurso de la Fiscalía contra el beneficio de la prisión domiciliaria. El recurso presentado hacía referencia a la ausencia de los requerimientos que exige el Código Penal de la Nación --tener más de 70 años o enfermedad-- que justifiquen el beneficio.
El marido de Sala, Pedro Raúl Noro, ha criticado el "carácter intempestivo" del traslado de la dirigente de Tupac Amaru y ha subrayado que "se la llevaron en pijamas y descalza". Los abogados de Sala acudieron de inmediato a la cárcel del barrio de Alto Comedero.
Pablo Ponce, responsable de Comunicación del Poder Judicial de Jujuy, ha indicado en declaraciones al canal TN que el juez dispuso el traslado para este sábado porque Milagro Sala "incumplió" ayer con un traslado pautado a un hospital para someterse a análisis y estudios médicos.
Sala lleva más de un año detenida. El pasado mes de diciembre recibió una condena a tres años de cárcel en suspenso, lo que significa que, de no reincidir, no se ejecutará la pena. Sin embargo, sigue recluida a la espera de que esclarezcan las acusaciones en su contra por diversos delitos que van desde corrupción a tentativa de homicidio.
Túpac Amaru, el grupo que lidera Sala, es un sindicato de naturaleza indígena que está vinculado a la Central de Trabajadores de Argentina (CTA). Cuenta con 70.000 afiliados y está presente en 15 de las 23 provincias que forman la nación austral.