Actualizado 17/08/2018 07:56

Aumentan los homicidios y muertes en enfrentamientos policiales tras la intervención del Gobierno en Río de Janeiro

Policía Militar Brasil
WIKIPEDIA - Archivo

RÍO DE JANEIRO, 17 Ago. (Reuters/EP) -

Seis meses después de que Brasil enviara fuerzas federales para tomar el control de la seguridad en el estado de Río de Janeiro, tanto los homicidios como el número de personas muertas en enfrentamientos policiales han aumentado, según datos oficiales, lo que ha generado dudas sobre su estrategia.

El presidente de Brasil, Michel Temer, anunció el 16 de febrero medidas de emergencia que autorizan al Ejército a tomar el mando de las fuerzas policiales en el estado de Río de Janeiro, donde las bandas de narcotraficantes y las milicias han provocado un fuerte aumento de la violencia.

En los primeros seis meses de la intervención federal, sin embargo, hubo 3.479 asesinatos en el estado, casi un 5 por ciento más que en el mismo periodo de 2017, según datos oficiales del estado.

Entre febrero y julio, 738 personas murieron durante enfrentamientos con la Policía, según los datos, un aumento de más del 35 por ciento en comparación con el año anterior. En este periodo, 16 policías fueron asesinados, uno menos que en el periodo de 2017.

"Es muy preocupante, este escenario, en el que los indicadores más sensibles están empeorando y tenemos una política de seguridad centrada en profundizar en los problemas que causan la violencia, como los enfrentamientos y los tiroteos", ha afirmado Silvia Ramos, coordinadora del Centro de Estudios de Seguridad y Ciudadanía en Río de Janeiro.

La creciente violencia se ha convertido en un asunto clave antes de las elecciones, previstas para octubre, con candidatos de todo el espectro político que buscan mejorar sus credenciales para combatir el crimen y atraer a un electorado harto de una economía débil y un injerto endémico.

Aunque las encuestas muestran que la mayoría de las personas en el estado de Río de Janeiro apoyan la intervención federal, pocos perciben una gran mejoría desde que comenzó, y ha sido ampliamente criticada por la falta de transparencia y unos objetivos poco claros.

En un comunicado, la oficina de intervención federal ha destacado que las estadísticas delictivas que habían caído, como los robos de carga y automóviles, y ha añadido que "la tendencia es que la reducción de los índices avance en los próximos meses".