Policía Brasil
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BRASILIA, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -

Más de 100 personas han muerto a causa de la ola de violencia que se ha desatado en el estado brasileño de Espirito Santo por la huelga 'de facto' que ha declarado la Policía Militar en demanda de mejoras laborales, según ha informado este jueves el presidente del Sindicato de Policías Civiles de Espirito Santo (Sindipol), Jorge Emilio Leal.

A una semana de que comenzaran las protestas policiales, las autoridades de Espirito Santo han registrado 105 homicidios, la mayoría de los cuales se han producido en Grande Vitoria. Esta cifra multiplica por seis la media diaria de muertes violentas que se produjeron en 2016.

La ausencia de patrullas policiales también ha dado lugar a robos y saqueos. Más de 200 coches fueron robados en Vitoria en un solo día cuando la media estatal es de 20. La asociación de empresarios locales calcula que han perdido más de 90 millones de reales.

En este contexto, el Gobierno estatal ha transferido el control de la seguridad pública a las Fuerzas Armadas. Más de 500 militares y 100 miembros de la Fuerza Nacional patrullarán las calles de Espirito Santo hasta el 16 de febrero para "promover la garantía de la ley y el orden".

La huelga de los efectivos militares comenzó el 3 de febrero, cuando familiares de los policías, sobre todo esposas, se bloquearon la entrada de los cuarteles en varios municipios para impedir que los policías militares --que tienen prohibido hacer huelga-- salieran a trabajar.

Los familiares, que cuentan con el apoyo de los efectivos, reclaman una subida salarial tras cuatro años seguidos sin ningún aumentos, así como el pago de los extras por peligrosidad, insalubridad y nocturnidad, entre otros, según Agencia Brasil.

Las protestas se extendieron a otros batallones durante el fin de semana y, según la Asociación de Cabos y Soldados de la Policía Militar y Bomberos Militares de Espirito Santo, afectan ya a todos los cuarteles del estado brasileño.

La Policía Civil hizo su propia protesta esta medianoche, aunque solo durante unos minutos, para expresar su repulsa por la muerte del investigador Mario Marcelo de Albuquerque mientras intentaba frenar un asalto en la localidad de Colatina.

El gobernador, Paulo Hartung, del PMDB, el partido político del presidente brasileño, Michel Temer, ha calificado estas acciones de "chantaje". "Han secuestrado los derechos del pueblo y están pidiendo un rescate", ha reprochado.

A pesar de ello, se ha mostrado dispuesto a dialogar y ha creado para ello una comisión de negociaciones que ya se reunió a última hora del miércoles con los familiares de los policías militares y que tiene prevista otra sesión este jueves.

"Sabemos la sensación de urgencia que tiene la población de Espirito Santo. Lo importante es que el diálogo ya se ha restablecido. Esperamos llegar a una solución", ha dicho en declaraciones a 'O Globo' el jefe de la Casa Civil, José Carlos da Fonseca.